El G20 se ha fijado acelerar el crecimiento económico mundial en un 2,1% por encima de las previsiones en los próximos cinco años, un 0,1 punto porcentual más del objetivo anterior, según la declaración final de la cumbre celebrada durante el fin de semana en Brisbane.
"Los análisis del FMI y de la OCDE indican que nuestros compromisos, si son implementados completamente, resultarán en un 2,1% (de crecimiento). Esto inyectará más de 2 billones de dólares (1,6 billones de euros) a la economía global y creará millones de trabajos", según el comunicado final.
El nuevo objetivo supone una mejora en un año en que se había alertado de que la economía mundial se recuperaba a un paso más lento de lo esperado.
La reunión ministerial celebrada el pasado septiembre en Cairns, en el noreste de Australia, rebajó la meta de crecimiento del 2% al 1,8% precisamente por la desaceleración que experimentaba la economía mundial.
La cumbre también se comprometió a impulsar las inversiones y el desarrollo de las infraestructuras a través de la creación del Núcleo Global de Infraestructuras, que tendrá un mandato de cuatro años y que será fuente de creación de puestos de trabajo.
Otras medidas aprobadas están dirigidas a reforzar la resistencia de la economía global y de los sistemas financieros, promover un sistema tributario internacional más justo y obligar a las empresas multinacionales a pagar impuestos en los países en donde generan sus ingresos, además de luchar contra la corrupción.
Los países del G20 han presentado durante este año más de 1.000 iniciativas para lograr la meta de crecimiento e impulsar el empleo en todo el mundo.
Los líderes de este grupo también enfatizaron la necesidad de una mayor colaboración en materia energética y para mejorar la eficiencia en su uso, además de expresar su preocupación por el cambio climático y la crisis del ébola.
La declaración final, de 21 puntos, incluye la lucha contra el cambio climático, pese al veto de la presidencia de Australia por entender que el foro tenía que estar centrado en el crecimiento económico y el empleo.
"Nosotros apoyamos las acciones fuertes y efectivas para afrontar el cambio climático", reza el documento que señala que los países del G20 "trabajarán juntos para adoptar exitosamente un protocolo, otro instrumento legal o acordar medidas con fuerza legal" en la conferencia de París del año próximo.
Los países miembros del G20 representan el 85% del PIB mundial, el 80% del comercio global y tienen dos tercios de la población total.
El G20 cuenta entre sus miembros a la Unión Europea, el G7 (EEUU, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia), además de Corea del Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, Arabia Saudí, Suráfrica, Turquía y Rusia.
Además, Australia ha invitado a su vecino Nueva Zelanda a estas reuniones, mientras que España acude como invitado permanente desde 2010.
ORGULLO DE ESPAÑA
El presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, ha dicho sentirse "orgulloso" de que España sea un ejemplo "en todo el mundo" por sus medidas económicas ante la crisis económica, durante su discurso ante la prensa al cierre de la cumbre del G-20, que se ha celebrado durante este fin de semana en la ciudad de Brisbane, en Australia.
"Para mi es un orgullo que los españoles sean visto en el mundo como un ejemplo de superación y como un modelo de sociedad capaz de dar la vuelta a una situación muy difícil", ha dicho este domingo el mandatario español, quien insiste en que "cuando se habla de superar la crisis en todo el mundo se pone como ejemplo el caso de España".
Asimismo, Rajoy ha señalado que el G-20, que congrega a las veinte principales economías del mundo, "coincide con el planteamiento de política económica del Gobierno de España", con "reformas estructurales" y el "refuerzo de las políticas macroeconómicas en Europa".
"Hemos pasado momentos muy duros, pero estamos recogiendo los primeros resultados de una tarea bien hecha", ha añadido el presidente, después de recordar que "la experiencia española y sus reformas han abierto la primera sesión plenaria del G-20".
En cualquier caso, Rajoy ha dicho que más allá de lo que tengan que hacer todos los países de forma individual "resulta importante coordinar políticas para salir con fuerza de la crisis". En este punto, ha apuntados los cuatro ejes de las reformas estructurales marcadas por el G-20: animar la inversión, estimular la creación de empleo, aumentar competencia y potenciar el comercio.
PARTICIPACION ACTIVA DE ESPAÑA CONTRA EL FRAUDE FISCAL
Por otra parte, Rajoy ha asegurado que España ha tenido una participación "activa" en esta cumbre por "defender un máximo compromiso" contra el fraude fiscal. "España será uno de los primeros países en aplicar el intercambio automático de información fiscal previsto en el plan de acción elaborado en el G-20", ha aseverado.
De igual manera, ha anunciado que el Gobierno español ha impulsado la implantación de la normativa que establece un estándar respecto a las cuentas en el exterior de personas físicas o jurídicas de los países miembros del grupo de los 20. "El objetivo último es que no haya ningún lugar en el mundo donde se pueda esconder la riqueza que no tributa", ha apostillado.
"La lucha contra el fraude es un objetivo moral y económico", ha añadido el mandatario, que explica que una lucha eficaz contra la evasión fiscal ayudaría a "mejorar los ingresos públicos y acometer la reforma fiscal que ya está aprobada y entrará en vigor el año que viene".