Hong Kong amaneció hoy paralizada, con colegios, transportes y comercios cerrados, a la espera de la llegada del supertifón Saola, que se aproxima a la costa meridional de China, donde podría tocar tierra en las próximas horas.
El Observatorio Meteorológico hongkonés elevó este viernes a nivel 8 -de una escala de diez- la alerta por tormenta, que podría aumentar al máximo grado si la velocidad del viento alcanza niveles de huracán en zonas costeras y elevadas en los próximos dos días.
A las 8.00 hora local la tormenta se encontraba a 230 km hacia el este y el sureste del centro financiero, al que se acercaba con vientos de hasta 205 kilómetros por hora.
El organismo advirtió de que el clima "se deteriorará con rapidez" a lo largo del día, con posibilidad de graves inundaciones en las zonas costeras situadas a baja altitud a partir de la tarde, por lo que pidió a los residentes de que se mantengan a resguardo del litoral.
Con este pronóstico la ciudad se prepara desde el jueves para recibir lluvias torrenciales y fuertes vientos: unas 150 personas fueron evacuadas a albergues provisionales el viernes, mientras en las zonas más bajas, los comercios y vecinos colocaron sacos de arena en las puertas de sus casas y protegieron sus ventanas para evitar destrozos.
De emitirse la excepcional señal de tormenta ciclónica número 10, sería la primera vez desde 2018 en que el observatorio iza el aviso de mayor intensidad y la número 16 desde que en 1946 se implantaron los registros.
La red de transportes es una de las principales afectadas por la llegada del Saola, que ha provocado la cancelación de 366 vuelos y retrasado otros 40, según la Autoridad Aeroportuaria, con las aerolíneas Cathay Pacific, Hong Kong Airlines, HK Express y Greater Bay Airlines entre las más perjudicadas.
En el ámbito terrestre, el servicio de tren Airport Express funcionaba con normalidad hasta el mediodía del viernes pero algunos servicios de autobús y rutas se han visto limitadas.
La Bolsa de Hong Kong no ha abierto sesión esta mañana.
Antes de virar hacia China continental, el Saola atravesó el sur de Taiwán, y las bandas exteriores de la tormenta azotaron las ciudades del sur de la isla con lluvias torrenciales.
Antes había azotado Filipinas, donde dejó al menos un muerto y decenas de miles de desplazados a causa de las inundaciones.
Hong Kong recibe cada año el embate de unos seis tifones, habitualmente en la temporada de junio a octubre, aunque apenas una fracción de ellos se traduce en cierres comerciales o escolares.
El último supertifón que afectó a la ciudad fue el Mangkhut, que en 2018 dejó pérdidas por económicas directas estimadas en unos 4.600 millones de dólares hongkoneses (586 millones de dolares estadounidenses, 541 millones de euros).