El huracán Irene ha sido degradado por las autoridades meteorológicas a la categoría de tormenta tropical, según informa la cadena estadounidense NBC.
El huracán, de categoría 1, había tocado tierra en la ensenada de Little Egg (Nueva Jersey) con vientos máximos de 120 kilómetros por hora, según informó el Centro Meteorológico Nacional de Estados Unidos.
Nueva York ha cerrado sus puentes, túneles, paralizado sus sistemas de transporte y evacuado a los residentes de las zonas más bajas respecto al nivel del mar, para recibir al fenómeno meteorológico.
"Todo el mundo está ya advertido. Ahora es cuestión de lidiar con la Madre Naturaleza", declaró el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, desde el centro de control de emergencias de la ciudad estadounidense, en comentarios recogidos por el diario 'The New York Times'.
Accesos como Parkway Lane están anegados por las aguas, que llegan a un metro de altura. La situación es similar en Queens y el acceso por el Bronx. Los puentes de Broad Channel, Cross Bay y Marine Parkway, en Long Island, se encuentran cerrados al paso.
Ante esta situación, las autoridades y los equipos de emergencia piden a a los ciudadanos que hagan uso de 91 recintos preparados para acoger a más de 70.000 evacuados. Los neoyorquinos, sin embargo, no parecen estar aceptando el protocolo de seguridad: hasta ahora, solo 8.700 personas se han alojado en estos centros.
Más de 100.000 personas se encuentran ya sin electricidad, sobre todo en Nueva Jersey, donde según el Servicio Público de Electricidad y Gas unas 89.000 han dejado de recibir suministro. Más de 1.500 efectivos de la Guardia Nacional han sido desplegados en la zona, mientras la cadena NBC informa de que los bomberos están respondiendo a "decenas" de llamadas de aviso en Queens por árboles caídos y postes eléctricos derribados sobre los hogares.
Manhattan no escapará indemne del paso de Irene. El alcalde Bloomberg ya advirtió el sábado de que si la compañía Consolidated Edison no es capaz de solventar los problemas que se avecinan con la llegada de la marea alta, el suministro eléctrico del Lower Manhattan podría verse cortado. Un portavoz de la compañía afirmó que, llegado el caso, no habría planes inmediatos para responder a un cierre de semejante magnitud.
Víctimas mortales y cortes de luz
Los efectos de Irene ya se ha cobrado la novena víctima, un hombre ha fallecido en el condado de Chesterfield, en el estado de Virginia, al caer un árbol sobre su vivienda, según han explicado responsables de emergencias.
Los últimos cinco fallecidos se han registrado en Carolina del Norte. Dos de ellos han perdido la vida en sendos accidentes de coche, según han confirmado responsable de emergencias del estado. Un motorista ha muerto en el condado de Pitt al perder el control de su moto al derrapar sobre agua estancada en la carretera y golpearse contra un árbol.
En el condado de Nash, un hombre ha fallecido al derribarse un árbol sobre él y el octavo ha muerto fruto de un ataque al corazón cuando se encontraba en su casa en el condado de Onslow, según han asegurado fuentes de emergencia, según ha informado la cadena norteamericana CNN.
Al menos 907.000 habitantes de los estados de Carolina del Norte y Virginia carecen de electricidad, a los que se suman más de 291.800 en Nueva York, de acuerdo con las compañías eléctrica Progress Energy y Duke Energy, y cerca de 616.000 personas en Virginia cuyo suministrador es la empresa Dominion Electric.
La gobernadora de Carolina del Norte, Beverly Perdue, ha asegurado que los equipos de rescate y de reparación de daños están haciendo frente al huracán Irene, desplazándose a varios puntos del estado, según ha informado la cadena norteamericana CBS.
Cientos de unidades de la Guardia nacional y de la Patrulla de Carreteras están desplegados en varios puntos del estado para proveer de ayuda 'in situ' a todos aquellos habitantes que lo necesiten y para iniciar los trabajos de reconstrucción, una vez el temporal haya amainado.