El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha convocado este domingo a los jefes de Estado y de gobierno de Francia, Alemania, España, Italia, Grecia, Bulgaria, Austria y Malta a una reunión informal con el objetivo de debatir soluciones "europeas" para responder al desafío migratorio. Los líderes europeos tratarán previsiblemente la propuesta de crear centros de migrantes fuera de la UE o las polémicas cuotas de reparto de refugiados con el fin de desbloquear la reforma del sistema común de asilo de cara a la próxima cumbre de jefes de Estado y de gobierno que tendrá lugar los días 28 y 29 de junio en Bruselas.
"El presidente Juncker ha convocado una reunión informal de trabajo sobre migración y cuestiones de asilo en Bruselas el domingo para trabajar con un grupo de jefes de Estado y de Gobierno de los Estados miembros interesados en encontrar soluciones europeas de cara al próximo Consejo Europeo", ha informado el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
Los jefes de Gobierno de un total de ocho Estados miembros ya han confirmado asistencia a tal reunión, entre ellos el nuevo presidente español, Pedro Sánchez --quien se estrena en un encuentro europeo-- y fuentes comunitarias apuntan a que en la cumbre de la próxima semana podría tener lugar una "reunión mayor" sobre migración y política de asilo a la que se sumarían los líderes de otros países de la UE.
La reunión se produce días antes de la cumbre de líderes en Bruselas y días después de la crisis desatada por la decisión de Italia de cerrar sus puertos al barco de rescate 'Aquarius', con 630 migrantes a bordo y que finalmente tuvo que atracar en Valencia después de que así lo autorizara el Gobierno español.
CENTROS DE MIGRANTES FUERA DE LA UE
Los líderes de la UE estudian una propuesta liderada por Austria y Dinamarca, y apoyada por Alemania, Países Bajos e Italia, que plantea la posibilidad de crear centros de migrantes fuera de las fronteras del bloque comunitario, en los que se distinguiría entre aquellos que han salido de sus países por razones económicas y aquellos que tienen derecho a recibir protección internacional, con la vista puesta en desbloquear la reforma del sistema común de asilo.
Así consta en el primer borrador de conclusiones de la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la próxima semana, al que ha tenido acceso Europa Press. "El Consejo Europeo apoya el desarrollo del concepto de plataformas regionales de desembarco en cooperación con ACNUR y la OIM (Organización Internacional para las Migraciones)", afirma el texto provisional.
No obstante, Bruselas expresó este martes sus dudas a través del comisario europeo de Migración, Dimitris Avramopoulos, sobre la viabilidad de establecer campos de migrantes en países de fuera de la UE, especialmente en los Balcanes occidentales, aunque ha dejado la puerta abierta para analizar la propuesta si se presenta formalmente. En el pasado ya se barajó esta opción pero se plantearon dudas sobre su legalidad en el marco del derecho internacional.
La crisis de refugiados vivida en la UE en 2015 y 2016 y, de manera más amplia, la gestión de la migración ha generado una profunda división en el bloque comunitario, especialmente entre los países del Este y del Oeste y también entre Norte y Sur.
A pesar de que la UE se había marcado la próxima cumbre como fecha límite para alcanzar un acuerdo sobre la reforma del sistema común de asilo, se ha producido hasta la actualidad una situación de bloqueo por el desacuerdo entre Estados miembros que hacía prever que la resolución de este asunto se aplazaría a la siguiente cumbre, en octubre.
RECHAZO A LAS CUOTAS OBLIGATORIAS
Así, países como Polonia, Hungría o República Checa se niegan a asumir la acogida de refugiados y por ello rechazan la última propuesta de la Comisión Europea para la reforma del sistema comunitario de asilo que establece cuotas obligatorias de reparto de refugiados sólo en condiciones de afluencia masiva de migrantes.
Pero esta propuesta tampoco gusta a los países del sur, entre ellos España, porque consideran que bajo esta propuesta reside la idea de que los llamados "países de primera línea", los que reciben a la mayoría de migrantes en un primer momento, deben hacerse cargo de las solicitudes de asilo en la mayor parte de los casos y durante un largo periodo de tiempo, por lo que no se aplica el principio de solidaridad por el cual todos los Estados miembros deben ayudarse los unos a los otros.
DIVISION EN EL GOBIERNO DE MERKEL
Alemania, el país que más refugiados ha acogido hasta el momento, está viviendo recientemente una crisis política en el seno de su gobierno debido a las fuertes tensiones surgidas entre la canciller, Angela Merkel (CDU), y su ministro de Interior, Horst Seehofer -presidente del partido aliado, la CSU bávara-- en torno a la política de refugiados.
Seehofer anunció la semana pasada su intención de poner en marcha con o sin apoyo de Merkel su polémico plan de frenar la entrada al país de refugiados previamente registrados en otros países europeos, una vez que obtuviera luz verde de su cúpula.
Finalmente el presidente de la CSU decidió conceder las dos semanas de tiempo que reclamaba Merkel para poder cerrar acuerdos bilaterales con países como Italia en el marco de la cumbre del 28 y 29 de junio. Sin embargo, el socio de la canciller lo ha dejado claro: si no se alcanza una solución a nivel europeo con un efecto similar, su plan se pondrá en marcha a primeros de julio.