El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, ha subrayado que el territorio de un Estado miembro de la UE no puede alterarse por una decisión de un parlamento autonómico contraria a la Constitución de ese país, como sería una eventual declaración de independencia de Cataluña.
Es la respuesta escrita firmada por Juncker a la pregunta parlamentaria del eurodiputado del PP Santiago Fisas sobre si la Comisión Europea "reconocería una declaración unilateral de independencia o respetaría la integridad territorial de España y la competencia del Estado español para gestionar sus asuntos internos y funciones esenciales como Estado".
"La determinación del territorio de un Estado miembro está únicamente establecida por el Derecho constitucional nacional, y no por una decisión de un parlamento autonómico contraria a la constitución de dicho Estado", es la respuesta escrita de Juncker como presidente de la Comisión Europea, según han informado fuentes del PP.
Sobre esta respuesta de Juncker, fechada ayer, fuentes del Ejecutivo han dicho a Efe que "establece sin ningún género de dudas" que, con arreglo a los tratados comunitarios, el territorio de un Estado miembro no puede modificarse por decisión de un parlamento autonómico.
Este hecho, añaden las fuentes, supone que, en la eventualidad de una declaración unilateral de independencia por parte del Parlamento de Cataluña, la Unión Europea no reconocería dicha declaración y por ello, "carecería de toda relevancia" política y jurídica.
La respuesta de la Comisión Europea "cierra toda posibilidad" a la iniciativa del presidente catalán, Artur Mas, de convertir las elecciones autonómicas del 27 de septiembre en "un plebiscito cuyo objetivo fuera la declaración unilateral de independencia" de Cataluña y por lo tanto, según estas fuentes, el objetivo político de Mas "ha fracasado".
En su pregunta escrita, el eurodiputado del PP recalca que la declaración unilateral de independencia anunciada por Artur Mas "no respeta la Constitución española, busca romper la integridad territorial de España y no sería reconocida por el Gobierno español".
Juncker recuerda en primer lugar que no corresponde a la Comisión Europea "manifestar su opinión sobre cuestiones de organización interna relacionadas con las disposiciones constitucionales de un Estado miembro en particular".
Añade que, según el Tratado de la UE, la Comisión debe respetar la "identidad nacional" de los Estados miembros,"inherente a las estructuras fundamentales políticas y constitucionales de éstos, también en lo referente a la autonomía local y regional" y respetar "las funciones esenciales del Estado, especialmente las que tienen por objeto garantizar su integridad territorial".
"La determinación del territorio de un Estado miembro está únicamente establecida por el Derecho constitucional nacional y no por una decisión de un Parlamento autonómico contraria a la constitución de dicho Estado", concluye el presidente de la Comisión Europea.