Naciones Unidas ha suspendido de forma temporal algunos de sus programas humanitarios más urgentes en Afganistán "por falta de personal femenino", tras la decisión talibán de prohibir trabajar a las mujeres en organizaciones no gubernamentales (ONG) y organizaciones internacionales.
El veto del Gobierno de Afganistán de permitir a las mujeres realizar labores humanitarias "tiene consecuencias inmediatas que ponen en peligro la vida de todos los afganos", ha afirmado el Comité Permanente Interinstitucional (IASC) de Naciones Unidas en un comunicado.
"Algunos programas en los que el tiempo es un factor crítico ya han tenido que interrumpirse temporalmente por falta de personal femenino", ha agregado.
Así mismo, el organismo ha expresado su voluntad para continuar con las actividades que salvan vidas pero prevén que "muchas más actividades tendrán que interrumpirse" al no poder prestar ayuda humanitaria sin trabajadoras femeninas.
La decisión del Gobierno talibán tiene lugar en un momento en el que más de 28 millones de personas en el país se encuentran en situación de supervivencia, debido al riesgo de hambruna, el declive económico, la pobreza estructural y las severas condiciones climáticas del invierno.
El comunicado ha sido firmado de forma conjunta por los responsables ejecutivos de varias agencias de Naciones Unidas, entre ellos el Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia de la ONU (OCHA), Martin Griffiths, el Director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, y la directora de ONU Mujeres, Sima Sami Bahous.
Los ministros de Exteriores de doce países y la Unión Europea han emitido una declaración conjunta este jueves para instar a los talibán a revocar la decisión de prohibir la presencia de mujeres afganas en las organizaciones no gubernamentales y organizaciones internacionales.
Los máximos cargos diplomáticos que han suscrito la declaración corresponden a los gobiernos de Alemania, Australia, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Noruega, Reino Unido, Suiza, Países Bajos, así como el Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borell.
Los líderes se muestran "gravemente preocupados por la temeraria y peligrosa orden de los talibán" y piden la inmediata revocación, pues "pone en peligro la supervivencia de millones de afganos que dependen de la ayuda humanitaria", según se desprende del comunicado conjunto.