En la localidad de Derna en Libia la población hace frente no solo a la devastación sino a la presencia de enfermedades por el agua contaminada. Los servicios locales y extranjeros intentan poner orden en tanto desastre y fumigando las calles para prevenir enfermedades.
El agua que lo arrasó todo es de nuevo en el principal problema por cadáveres que podría haber en ellas. Ya han sido infectadas 55 personas. Por otra parte, 5 integrantes de la ayuda griega han muerto en la carretera.
Las operaciones terrestres de búsqueda y recuperación de cadáveres en la ciudad libia de Derna (este), devastada una semana antes por el ciclón Daniel, alcanzó el 95%, mientras que el resto requiere trabajos de excavación, aunque el 80% de los cuerpos han sido localizados en las zonas marítimas, reveló hoy el director del Salvamento de la Autoridad Nacional de Seguridad, Tayeb Balutt.
Los equipos locales e internacionales continúan con los operativos pese a las fuertes corrientes de agua y se iniciarán los trabajos de limpieza en el puerto de la ciudad y la desembocadura del valle, explicó el responsable.
"Es muy probable que en el interior de los automóviles arrastrados por las aguas torrenciales hacia el mar haya cadáveres de personas que intentaron escapar", señaló Belutt, que relató que algunas de las víctimas fueron encontradas a 160 kilómetros de distancia del lugar.
El ministerio de Sanidad del Gobierno de Unidad Nacional (GUN), con sede en Trípoli (oeste) y reconocido por la comunidad internacional, anunció la apertura de un centro de diálisis, que contará con recursos para un periodo de al menos tres meses, y el envío de tres plantas desalinizadoras de agua con una capacidad de 250 metros cúbicos por hora.
El jefe del servicio de operaciones de emergencia y salud comunitaria del GUN, Jibril Abdel Salam, reveló el inicio de la campaña de vacunación contra el sarampión y la hepatitis destinada a los equipos de rescate, personal médico y auxiliar así como los residentes menores en las zonas afectadas y aseguró que "no hay riesgo de epidemia hasta el momento".
Sin embargo, las agencias de la ONU advirtieron este lunes que Derna se enfrenta a la amenaza de brotes de enfermedades que podrían provocar "una segunda crisis devastadora" entre los 40.000 desplazados debido al agua contaminada y la falta de saneamiento. Los supervivientes necesitan urgentemente agua potable, alimentos y suministros básicos en medio de un riesgo creciente de cólera, diarrea, deshidratación y desnutrición.
El pasado domingo las lluvias torrenciales provocadas por el ciclón Daniel arrasaron el noreste del territorio, especialmente en la localidad costera de Derna, donde provocaron el colapso de dos presas, vertiendo 33 millones de litros de agua durante la madrugada y arrastrando zonas residenciales enteras, puentes y carreteras hasta el mar.
Según la Media Luna Roja, el número de fallecidos ha alcanzado los 11.000 mientras los desaparecidos se estiman en 10.000, hasta 20.000 según el alcalde de Derna.
La división política complica todavía más las tareas de rescate y reconstrucción en este país de siete millones de habitantes, inmerso en más de una década de conflicto tras el levantamiento popular respaldado por la OTAN que derrocó a Muammar Gaddafi.
Dos autoridades enfrentadas se dividen el poder: el Gobierno de Unidad Nacional (GNU), radicado en Trípoli (oeste) y reconocido por la comunidad internacional, de Abdulhamid Dbeiba; y el Gobierno de Bengasi, elegido por el Parlamento y bajo control de Haftar, dirigido por Osama Hammad.