La cifra de muertos en la ciudad libia de Derna, al este de Libia, a causa de las devastadoras inundaciones registradas el lunes al paso de la tormenta 'Daniel' podría aumentar hasta los 20.000, según ha alertado el alcalde de la localidad, Abdulmenam al Gaizi, en medio de los trabajos de búsqueda de miles de personas desaparecidas tras ser arrastradas por las aguas.
Al Gaizi ha explicado que estos cálculos derivan de los enormes daños registrados en varios barrios de Derna, que ha sufrido la práctica destrucción del 25 por ciento de la ciudad, antes de incidir en que la interrupción de las comunicaciones está dificultando las tareas de búsqueda y rescate.
Asimismo, ha manifestado en declaraciones concedidas a la cadena de televisión Al Arabiya que la presa de la ciudad, que reventó poco después de que otra situada río arriba se derrumbara por la presión del agua, llevaba sin mantenimiento desde 2008 a causa de la crisis política en el país africano.
El país se encuentra dividido en dos administraciones después de que la Cámara de Representantes diera por finalizado el mandato del primer ministro de unidad, Abdul Hamid Dbeibé, por el aplazamiento de las elecciones presidenciales en diciembre de 2021 y nombrara para el cargo a Fazi Bashaga --posteriormente suspendido en el cargo y sustituido por Osama Hamad--, decisión que supuso un varapalo para los esfuerzos para poner fin al conflicto y la inestabilidad que sacude Libia desde la captura y ejecución de Muamar Gadafi en 2011.
Los trabajos de búsqueda y rescate continúan en la ciudad y otras localidades afectadas en el este de Libia, donde alrededor de 34.000 personas se han visto desplazadas a causa de las inundaciones, incluidas 30.000 en Derna, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Hasta el momento, las autoridades asentadas en el este del país han cifrado en al menos 5.200 los fallecidos, si bien fuentes del gobierno de unidad de Libia, con sede en la capital, Trípoli, han elevado a 6.000 las víctimas mortales.
La ONU ha desbloqueado de forma inmediata diez millones de dólares de su fondo de emergencia para llevar suministros vitales a las víctimas de las inundaciones en Libia y prevenir una crisis sanitaria que podría ser causada por el elevado número de fallecidos que yacen a la intemperie, la falta de agua potable u otros factores.
Prevenir el surgimiento de alguna epidemia y "restablecer rápidamente algún tipo de normalidad debe primar sobre cualquier otra preocupación en estos momentos difíciles para Libia", declaró el secretario general adjunto de Naciones Unida para Asunto Humanitarios, Martin Griffiths.