El presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó este lunes que la reforma de las pensiones "era necesaria" para evitar la acumulación de los déficit y propuso un nuevo "pacto social" para mejorar las condiciones de los trabajadores.
En una intervención televisada en medio de la crisis política por la aprobación de esa reforma, Macron insistió en que los cambios aprobados por su Gobierno eran la única respuesta posible ante el aumento progresivo del número de jubilados y de la esperanza de vida.
"¿Esta ley ha sido aceptada? Obviamente no -reconoció-. Pese a los meses de consultas no se pudo encontrar un consenso y lo lamento".
Macron admitió igualmente que hay "enfado" en un contexto de empleos que no permiten hacer frente a los crecientes costes de vida. "Algunos tienen la impresión de poner su parte y no ser recompensado", expresó.
Esa "demanda de justicia social y de renovación de la vida democrática" hay que escucharla, dijo, y señaló que "la respuesta no puede estar en el inmovilismo ni en el extremismo".
Por ello propuso el nuevo "pacto social" junto con empresarios y sindicatos, para discutir "sin límites ni tabús" una serie de "temas esenciales" entre los que mencionó los salarios, la mejora de las condiciones de trabajo y la distribución de la riqueza.
"La puerta siempre estará abierta", señaló el jefe de Estado, pese a que en los últimos tres meses el Elíseo rehusó mantener la reunión que le habían solicitado los sindicatos, que rechazaban de manera frontal el retraso de la edad mínima de jubilación y el enroque del Gobierno respecto a esta medida, eje central de la reforma.
En su esperado discurso, que duró apenas 13 minutos y era su primer mensaje a la nación desde el comienzo de la crisis por la reforma de pensiones en enero, Macron hizo también un alegato en favor de la conquista de una "independencia" francesa, que garantice el futuro del país al margen de fuerzas externas.
Esos objetivos solo se conseguirán, dijo, a través del trabajo y la reindustrialización, que permitirá también crear empleos mejor pagados.
Buscando dejar atrás la crisis de las pensiones, el presidente anunció grandes área de trabajo para su Gobierno, empezando con una batería de acciones de planificación ecológica antes del verano para hacer frente a los desafíos climáticos.
Macron mencionó también la necesidad de trabajar en materia de justicia y de democracia, con medidas para mejorar los tribunales, para luchar contra la delincuencia y la inmigración ilegal.
Igualmente señaló que hay que paliar la creciente desvinculación social de la política e instituciones a través de la eficacia y la participación ciudadana.
También prometió iniciativas para asegurar que todo el mundo "tenga la certeza de que nuestros hijos vivirán mejor", con énfasis en materias como la sanidad y la educación.
En paralelo a la intervención de Macron, había cientos de caceroladas convocadas por toda Francia en protesta contra la reforma de las pensiones.
Las primeras reacciones de los sindicatos tampoco se hicieron esperar y, en declaraciones al canal televisivo BFM, el líder sindical Laurent Berger, de la mayoritaria CFDT, aseveró que lo que lamente ahora Macron no "va a cambiar nada".