Miles de personas se concentraron hoy en la salida sur de Managua con banderas de Nicaragua y carteles en rechazo a las reformas a la seguridad social, después de que el presidente Daniel Ortega aceptó revisarlas en una mesa de diálogo con los empresarios en un intento por desactivar la crisis.
Las protestas, que comenzaron el miércoles y se han recrudecido en las últimas horas, han dejado al menos 10 muertos según datos del Gobierno, correspondientes al viernes, mientras que organismos humanitarios aseguraron este sábado que ya son 24 las víctimas mortales.
"Libertad", "No te dejes pueblo, tenemos que levantarnos", o "¡Que se rinda tu madre!", fueron algunas de las expresiones puestas en diferentes carteles por los manifestantes en la salida sur de la capital nicaragüense, mientras conductores que transitaban por el sitio tocaban las bocinas y alzaban sus manos en señal de victoria.
Durante la concentración dos "Árboles de la Vida", unas figuras de metal que el Gobierno instaló en toda la capital, fueron cortados con sierras eléctricas e incendiados.
Tras la caída de los armazones de hierro, que tomó al menos 30 minutos cada uno, los participantes gritaban y aplaudían victoriosos subiéndose a los "árboles caídos" para celebrar.
Esta manifestación transcurrió sin incidentes ni enfrentamientos con la Policía, que no llegó a ese lugar, según pudo constar Efe.
Una situación que contrasta con otros escenarios de batallas campales entre grupos que protestan, especialmente estudiantes, la Policía y las fuerzas de choque del Gobierno, conocidas como "turbas", con el lanzamiento de piedras, gases lacrimógenos y hasta disparos.
El noticiero El Meridiano, una radioemisora de la ciudad de Bluefields, confirmó este sábado la muerte de uno de sus periodistas, Angel Gaboa, alcanzado por un disparo mientras trasmitía por Facebook Live las protestas en esa ciudad de la Región Autónoma Caribe Sur (RACS).
En el vídeo se aprecia a Ganoa narrando mientras camina detrás de un grupo de agentes antidisturbios cuando repentinamente se escucha un disparo, la voz del periodista se apaga, la imagen se torna difusa, y se escuchan gritos de horror.
Los manifestantes, que son miles y se extienden por toda Nicaragua, han utilizado las redes sociales para denunciar represión por parte de la Policía Nacional y el apoyo de los agentes a las fuerzas de choque afines al Gobierno.
El presidente Ortega culpó este sábado a "pequeños grupos de la oposición", cuyo nombre no especificó, de ser los causantes de las revueltas.
Durante una comparecencia en cadena obligada de radio y televisión, Ortega, que estuvo acompañado por representantes de la jefatura militar y policial, en ningún momento se refirió al número de muertos y heridos durante los enfrentamientos.
Las protestas en Nicaragua se mantienen pese a que el presidente anunció esta tarde su disposición al diálogo sobre la reforma del seguro social con el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), que condicionó el proceso a que cese la "represión", una posición que también asumió la Junta Directiva de la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (Amcham).
Los manifestantes han señalado estar en contra de las medidas de seguridad social, pero también de los supuestos fraudes electorales, las continuas alzas de los combustibles, el actuar impune de la Policía, las muertes sin explicación de campesinos que se oponían al Gobierno, y el discurso oficial de "paz y reconciliación" que supuestamente no refleja la realidad del país.
El obispo auxiliar de la archidiócesis de Managua, Silvio Báez, uno de los más influyentes de Nicaragua, calificó este sábado a los estudiantes que protestan contra el Gobierno como "la reserva moral que tenemos".
Báez, reconocido también por su carácter crítico en temas políticos, acudió junto al cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes y una veintena de sacerdotes hasta la Catedral a apoyar a los estudiantes, que aplaudieron a los religiosos.
Las Fuerzas Armadas de Nicaragua informaron este sábado de que se han desplegado para proteger "entidades y objetivos estratégicos vitales para el funcionamiento del país" e hicieron "un llamado a la reflexión", al tiempo que se sumaron a "la decisión de búsqueda de una solución por la vía del diálogo para encontrar una respuesta consensuada al tema que originó estos momentos de dolor".