La intensa jornada de protestas del pasado lunes en contra y a favor de la reforma judicial en Israel acabó por la noche con choques entre Policía y manifestantes anti-reforma en Tel Aviv. También hubo incidentes con grupos ultraderechistas favorables al Gobierno, que agredieron a transeúntes árabes en Jerusalén.
En la Ciudad Santa, aficionados de extrema derecha del club de fútbol Beitar Jerusalén quemaron contenedores y bloquearon una carretera cerca del punto donde hubo una manifestación derechista a favor de la reforma judicial del Gobierno de Benjamín Netanyahu, que se vio forzado a congelar el plan por las protestas masivas en contra de esta propuesta que socavaría la independencia judicial.
Según prensa, manifestantes derechistas atacaron a palestinos cuando se dispersaban por la Ciudad Santa, entre ellos a un taxista, y la Policía arrestó a tres sospechosos "que atacaron y violaron el orden público" en varios puntos de Jerusalén.
A su vez, durante toda la jornada de ayer, mientras seguían las acciones de desobediencia civil e intentos de cortes de carreteras por parte de manifestantes contrarios a la reforma, las fuerzas policiales arrestaron a una treintena de personas en el área de Tel Aviv, concretó un comunicado policial.
Hasta la noche, según medios, manifestantes opuestos al plan del Gobierno de Netanyahu siguieron protestando en distintos puntos de Israel. Entre otras acciones, intentaron bloquear la autopista Ayalon de Tel Aviv, mientras que la Policía usó medios de dispersión antidisturbios para evitarlo.
Estos incidentes se produjeron tras una intensa ola de protestas que en los últimos dos días sacó a cientos de miles de personas a la calle para protestar contra la reforma judicial en Israel, mientras que ayer las manifestaciones tuvieron su epicentro en Jerusalén, donde al menos 100.000 israelíes rodearon el Parlamento para presionar a Netanyahu para que parara su polémico plan.
Por la tarde, tras una larga jornada de reuniones y fricciones con los socios de su propio Gobierno, especialmente con los miembros de extrema derecha, el primer ministro anunció que paralizaba de forma temporal la reforma y emplazaba a negociar un compromiso de consenso en torno a esta cuestión con la oposición.
La oposición a la reforma judicial ha generado la mayor ola de protestas en décadas en el Estado judío, ha agravado la polarización social en el país y lo ha llevado a una nueva crisis política