El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó a seguir apoyando a Haití cinco años después del terremoto que dejó más de 200.000 víctimas en el país, entre ellas 102 empleados de las Naciones Unidas. Ban destacó, en un comunicado que aún queda mucho por hacer en la reconstrucción y animó a la comunidad internacional a "continuar su inestimable apoyo" a los haitianos y su futuro.
"La recuperación de Haití no ha sido fácil. Ha habido, y sigue habiendo, reveses en el camino y todavía queda mucho trabajo pendiente para asegurar la estabilidad política e institucional, el gobierno democrático y el desarrollo sostenible", señaló. "Sin embargo, dejemos que hoy sea un día de recuerdo y de esperanza por un Haití estable y próspero", añadió.
El diplomático coreano destacó los progresos que vio en su última visita al país y alabó la "perseverancia" de los haitianos. En ese sentido, además de a las víctimas del terremoto, quiso recordar a los supervivientes, "cuya resistencia y compromiso son fuente de inspiración para el mundo".
CINCO AÑOS DESPUES
Haití conmemora el quinto aniversario del devastador terremoto que azotó Puerto Príncipe en 2010. El 12 de enero de 2010 un seísmo de 7,0 grados causó más de 200.000 muertos en Haití y dejó 1,5 millones de desplazados. Cinco años después, miles de personas viven aún en campos de desplazados considerados en riesgo de desastre natural y en medio de una intensa crisis política.
Actualmente quedan en campos de desplazados algo de menos de 80.000 personas, según datos proporcionados por la Oficina de Ayuda Humanitaria y Protección Civil (ECHO) de la Comisión Europea. "Estas personas son ahora mismo la población más vulnerable y desamparada y es una prioridad buscar una solución a su situación", dijeron a Efe fuentes de ese departamento humanitario de la UE.
ECHO afirmó que las tasas de desnutrición en los campos de desplazados "superan los límites de lo que se considera una emergencia". Además, la mayoría de campos no tiene sistema para gestionar los residuos. "En junio de 2014, solo el 67 por ciento de los residentes en campos tenía acceso a letrinas y el número de personas que por promedio usaba la letrina era de 82, es decir, una letrina por cada 82 personas", explicaron las fuentes.
Haití ha pasado por grandes dificultades en los últimos años, entre ellas la epidemia de cólera por la que miles de personas perdieron la vida. Según la información que maneja ECHO, los datos de septiembre señalaban que 45.030 personas vivían en 35 campos considerados en riesgo de un desastre natural, debido a que los mismos se construyeron en el primer hueco disponible tras el terremoto.
Por otro lado, el 97 por ciento de los 10 millones de metros cúbicos de escombros que dejó el terremoto ha sido retirado, según el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD). El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) alertó de que Haití por su posición geográfica es altamente vulnerable a desastres naturales como huracanes, inundaciones, derrumbes y sequías.
"Incluso un evento de impacto moderado puede traer hambre a una persona simplemente porque vive en la pobreza. Hoy, tres millones de haitianos no saben dónde obtendrán su siguiente comida", advirtió esta agencia humanitaria. ECHO, por otra parte, aseguró que es el único donante humanitario que en la actualidad financia programas para ayudar a víctimas de desalojos forzosos de campos de desplazados.
Según la jefa de la oficina de ECHO en Haití, Ségolène de Beco, las víctimas de desahucios mientras viven en campos pueden solicitar entrar en programas de apoyo a la renta, pero una vez que les expulsan de allí oficialmente dejan de ser desplazados y pierden el derecho a recibir ayuda. "Se quedan sin nada y se convierten en víctimas olvidadas de estas violaciones de derechos humanos", expresó De Beco.
Desde ECHO, indicaron que los programas de apoyo a la renta están consiguiendo que mucha gente deje los campos y regrese a barrios para alquilar una casa. "Se les da un año de alquiler, una formación en gestión de pequeños negocios y ayuda para montarlos, de modo que tras el año de alquiler ellos puedan seguir pagando la renta solos", explicaron.
De acuerdo con el PMA, la pobreza crónica, la desigualdad, la degradación medioambiental y la incertidumbre política amenazan los avances logrados en el país caribeño tras el devastador terremoto. Haití vive una intensa crisis política derivada de la incapacidad de sus líderes para celebrar elecciones municipales y legislativas, aplazadas desde hace años por diferencias entre el Ejecutivo y el Legislativo.
Todo ello acompañado casi a diario de protestas que agitan las calles de la capital y en las que opositores haitianos exigen la renuncia del presidente del país, Michel Martelly, y la celebración de comicios.
El 29 de diciembre pasado, los representantes de los tres poderes del Estado firmaron un pacto en el que establecieron una serie de compromisos con el fin de allanar el camino hacia las elecciones pendientes, entre ellos prolongar los mandatos de los diputados hasta el 24 de abril y de los senadores hasta el 9 de septiembre, que expiraban mañana.