La reunión entre el presidente de EE.UU., Barack Obama, y los líderes republicanos y demócratas del Congreso concluyó hoy sin avances claros para poner fin a la paralización de la Administración que el país vive desde el martes.
Tras casi 90 minutos de reunión en la Casa Blanca, el presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., el republicano John Boehner, fue el primero en salir de la residencia presidencial y aseguró que los demócratas "no están dispuestos a negociar".
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, afirmó poco después que Boehner no ha querido aceptar una propuesta para negociar un presupuesto a largo plazo, y señaló que su partido "no se moverá" en su reivindicación de que el debate no se vincule a la reforma sanitaria.
PROPUESTAS RECHAZADAS
Boehner describió el encuentro, el primero mantenido en la Casa Blanca desde que empezó la crisis que ha conducido al cierre de la Administración, como "agradable y educado".
"Pero en algún momento vamos a tener que permitir que el proceso avance", subrayó. "Que nos sentemos y tengamos una conversación seria sobre cómo resolver las diferencias".
El líder republicano aseguró que su partido ha remitido cuatro propuestas al Senado y que todas ellas han sido rechazadas, y lamentó que los demócratas no acepten la posibilidad de convocar un comité de conciliación, que reuniría a miembros de ambas cámaras para negociar.
Reid replicó que ha ofrecido a Boehner convocar ese comité si él accede a reabrir antes la Administración, con el fin de que el comité se centre en aprobar un presupuesto a largo plazo "y negociar sobre gastos, sanidad" y todo lo que los republicanos quieran plantear.
"Y me responde que sólo quiere aprobar un presupuesto a corto plazo, cuando tenemos el problema del techo de la deuda a la vuelta de la esquina. Creía que él estaba preocupado por los asuntos fiscales permanentes de este país. Pero parece que mi amigo Boehner no puede aceptar un 'sí' por respuesta", señaló Reid.
RIESGO DE SUSPENSIÓN DE PAGOS
Al problema del cierre del Gobierno se suma el riesgo de que EE.UU. entre en suspensión de pagos por primera vez en su historia, algo que ocurrirá si el Congreso no autoriza aumentar el techo de la deuda antes del próximo 17 de octubre.
La líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, alertó a la salida de la reunión de que es "necesario cerrar el tema del techo de la deuda", porque es "verdaderamente peligroso".
"Un cierre del Gobierno es malo, pero la combinación de las dos cosas sería más que catastrófica", indicó Pelosi.
La congresista aseguró que hoy acudió a Boehner con los votos suficientes para apoyar una resolución con el fin de seguir financiando el Gobierno que imponga un techo de gasto de 988.000 millones de dólares, algo que, afirmó, "la mayoría de demócratas rechazan" por considerarlo demasiado bajo, pero el líder republicano no lo aceptó.
"Si no aceptan un 'sí' por respuesta, sólo puedo concluir que querían el cierre del Gobierno", apuntó Pelosi.
Según Reid, Obama se mostró "muy fuerte, fuerte, fuerte" en la reunión, a la que asistieron además el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, y el vicepresidente, Joe Biden.
"Todo esto está centrado en (la reforma sanitaria) Obamacare. Pero no vamos a movernos respecto a Obamacare", aseveró Reid.