Las autoridades de Pekín emitieron una nueva alerta roja por contaminación del aire, la segunda en la historia de la ciudad, debido a la fuerte concentración de polución que se prevé a partir del fin de semana. La alerta roja, el nivel más grave de la escala de cuatro colores que hay en China, se extenderá desde el sábado a las 07.00 (23.00 GMT del viernes) hasta las 12.00 del martes (04.00 GMT), según el anuncio oficial.
El servicio meteorológico anunció ya este jueves que el norte de China sufrirá a partir de mañana la peor racha de contaminación atmosférica de todo el año. Las previsiones apuntan a que las concentraciones de contaminantes serán incluso superiores a las registradas entre el 6 y el 9 de diciembre en el norte de China, un período en el que Pekín declaró su primera alerta roja.
En concreto, se prevé que la densidad de partículas finas PM 2,5 (las más perjudiciales para la salud) supere en varias regiones los 500 microgramos por metro cúbico en la capital, cuando el máximo recomendado por la OMS es de 25, y que la visibilidad en Pekín se reduzca a menos de un kilómetro.
En la capital, la alerta roja implicará restricciones severas al tráfico (cada días solo podrán circular la mitad de los automóviles privados en función del último número de su placa de matrícula), así como la prohibición de fuegos artificiales y barbacoas. Además, se ha recomendado a los ciudadanos que reduzcan sus actividades en el exterior y se espera que se suspendan las clases en guarderías y escuelas primarias y secundarias.
Pekín emitió su primera alerta roja el pasado día 7, que estuvo en vigor hasta el mediodía del 10, aunque ya para entonces el pico de contaminación había sido desplazado por los vientos de un frente frío