El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, aseguró hoy que el conflicto en el este de su país no se cerrará hasta que Occidente aporte "apoyo militar" a Kiev para combatir a los rebeldes prorrusos.
Poroshenko realizó estas declaraciones en la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC), el "Davos de la defensa", donde subrayó que Ucrania precisa "apoyo práctico sólido" en los ámbitos financiero, material "y también militar" para superar la crisis.
El presidente ucraniano se posicionó así en el controvertido debate de los últimos días entre Estados Unidos, que aboga por armar a Kiev, y el eje franco-alemán, que exige seguir apostando por la vía diplomática para alcanzar una solución pacífica.
Poroshenko argumentó que "la falta de armas" ya se ha demostrado ineficaz a la hora de atajar el conflicto en el este de Ucrania.
Además, señaló que su país tiene derecho a recibir asistencia militar de sus aliados occidentales porque Rusia ha violado el Memorando de Budapest de 1994.
Por este acuerdo Ucrania renunció a su extenso arsenal nuclear y Rusia, Estados Unidos y Reino Unido se comprometieron a respetar y defender la integridad territorial de la exrepública soviética, un pacto ignorado por Moscú al anexionarse Crimea y apoyar a los prorrusos en las dos provincias rebeldes del este de Ucrania.
Por eso, "tenemos derecho a recibir armas no letales", consideró el presidente ucraniano.
Poroshenko afirmó que el conflicto debe ser resuelto de forma duradera y no ser "congelado" porque, alertó, las soluciones temporales no funcionarán.
Así establecía la postura de Kiev con respecto a la opción de un plan internacional para "congelar" la crisis con tropas de pacificación, al parecer una de las propuestas que se barajan en la actualidad.
MERKEL SE OPONE A ARMAR A KIEV
La canciller alemana, Angela Merkel, se mostró hoy "convencida" de que el conflicto en Ucrania "no se va a solucionar de forma militar" y se opuso a enviar armamento a Kiev, como propone Estados Unidos.
La jefa del Gobierno alemán realizó estas declaraciones en la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC), tras plantear en los últimos dos días en Moscú y Kiev un nuevo plan de paz junto con el presidente francés, François Hollande.
"Estoy convencida de que este conflicto no se va a solucionar de forma militar. Por eso hacemos esfuerzos por centrarnos en la diplomacia", aseguró Merkel.
La canciller afirmó sin embargo que comprende el debate en EEUU sobre la necesidad de armar a Kiev en respuesta a la ayuda militar y financiera que presta Moscú a los rebeldes prorrusos del este de Ucrania.
"Pero los avances que necesita Ucrania no se van a dar con más armas", zanjó Merkel, que respondía así a la pregunta de un senador estadounidense tras su intervención.
La jefa del Gobierno alemán sí que indicó que en otros puntos de la crisis de Ucrania Europa y EEUU han estado de acuerdo, como en el de las sanciones a Rusia, que se han impuesto de forma coordinada a ambos lados del Atlántico.
Merkel acababa de reconocer en su discurso que no está garantizado el resultado de sus últimos esfuerzos diplomáticos en Moscú, pero subrayó que a su juicio la respuesta "no es no hacer no hacer más, sino seguir intentándolo".
La canciller y el presidente francés se reunieron ayer en Moscú con Putin para presentarle una nueva propuesta de paz para el este de Ucrania, un plan que el día anterior habían presentado al presidente ucraniano, Petró Poroshenko.
MERKEL, PUTIN Y HOLLANDE, EN BUSCA DE UN ACUERDO
Merkel y Hollande tienen previsto mantener mañana una conferencia con Putin para cerrar un posible acuerdo que incluya las últimas demandas de Kiev y supere el filtro de Moscú.
El eje franco-alemán ha lanzado esta última ofensiva diplomática de alto nivel ante el recrudecimiento de los combates entre el ejército ucraniano y los rebeldes prorrusos, y después de que Estados Unidos empezase a contemplar la posibilidad de enviar armas a Kiev, un opción que París y Berlín rechazan.
En la presente edición de la MSC participan una veintena de jefes de Estado y Gobierno, unos 60 ministros de Exteriores y Defensa, cerca de 40 alto directivos de grandes empresas transnacionales y representantes de ONG internacionales.
Además de Merkel, en esta cita participan Poroshenko, el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov y los ministros de Defensa y Exteriores de Alemania, Ursula von der Leyen y Frank-Walter Steinmeier, respectivamente.