La administración prorrusa de Energodar, ciudad en el sur de Ucrania controlada por el Ejército ruso que alberga la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa, denunció este martes un nuevo ataque ucraniano contra la planta.
"Hoy a las 06.50 (03.50 GMT) las Fuerzas Armadas de Ucrania atacaron el territorio de la central nuclear de Zaporiyia y la línea ribereña de la ciudad", declaró la oficina de prensa de la administración, citada por la agencia Interfax,
Según el comunicado, las fuerzas ucranianas emplearon artillería de gran calibre y "se registraron dos impactos junto al edificio del depósito de combustible gastado".
La administración prorrusa aseguró que con estas acciones la parte ucraniana busca impedir la visita a la planta de una misión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), encabezada por el director de este, el argentino Rafael Grossi.
La misión está integrada por 14 expertos que se encargarán de inspeccionar el estado de la central, controlada desde marzo por los rusos pero operada por técnicos ucranianos.
Según el OIEA, los expertos tienen como tarea evaluar los daños físicos en la central, determinar la funcionalidad de los sistemas de emergencia y de seguridad, analizar la situación de los empleados ucranianos y llevar a cabo actividades urgentes de salvaguarda.
Rusia ha sugerido la posibilidad de que algunos miembros de la misión puedan quedarse en la planta de forma permanente, tal y como ha solicitado el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, a Grossi, aunque ha recalcado que la decisión final se adoptará sobre el terreno. La misión del OIEA emprendió este lunes viaje a Ucrania y se espera que esta semana llegue la central.
Rusia ha prometido garantizar la seguridad del grupo de expertos en el territorio bajo su control, aunque el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha advertido de los riesgos que suponen "los incesantes bombardeos de la parte ucraniana".