Comienza la expedición hacia la central nuclear de Zaporiyia, en el sureste de Ucrania, tras meses de negociaciones entre dicho país, Rusia y la Agencia de Energía Atómica. Así, la planta nuclear será evaluada por un grupo de expertos después de estar meses en medio bombardeos que han causado que Ucrania reparta yodo a su población.
La central más grande de Europa, Zaporiyia, ha sido uno de los grandes puntos de tensión a lo largo de los meses de invasión tras ser ocupada por las tropas rusas en el mes de marzo.
Con un “ha llegado el día” comienza el tuit del líder de la inspección a la central nuclear, Rafael Grossi, Director General de la Agencia de Energía Atómica. En él, asegura que “debemos proteger la seguridad de la mayor instalación nuclear de Ucrania y de Europa”
El equipo de reconocimiento, que arranca desde la ciudad de Viena, llegaría a Zaporiyia como tarde esta semana, según el propio Grossi. Aunque no ha especificado el día exacto de su llegada junto a sus compañeros.
Los objetivos de la misión de apoyo y asistencia a la central son varios, entre los que se incluye realizar la estimación de los daños físicos que se han producido a lo largo de estos meses o evaluar los sistemas de seguridad de la planta nuclear.
Todo ello tendrá lugar cuando todavía se registran bombardeos en las zonas más próximas a la instalación.
El que fuera alcalde de la región antes de la ocupación rusa ha informado de que los coches en llamas son obra de los diferentes ataques rusos producidos la pasada madrugada en la ciudad de Enerhonar, la población más próxima a la central nuclear de Zaporiyia.
Unos ataques que Rusia ha negado al mismo tiempo que acusa a Ucrania de atacar con un 'dron' la planta nuclear ocupada. Un cruce de acusaciones, en la previa, de la llegada del grupo responsable de la revisión de la planta nuclear más grande del viejo continente.