El presidente de Rusia, Vladimir Putin, reinventa la propaganda hace unas tres décadas basada en supuestos principios humanitarios para justificar la invasión de Ucrania.
Ésta es la conclusión de Vasile Rotaru, del Departamento de Relaciones Internacionales e Integración Europea de la Universidad Nacional de Estudios Políticos y Administración Pública de Bucarest (Rumanía), en un estudio revisado por pares y publicado este viernes en la revista ‘The International Spectator’.
Rotaru, que es experto en las relaciones entre Rusia y la OTAN, ha realizado un extenso análisis de las declaraciones oficiales de la política exterior rusa tras el colapso de la URSS y ofrece nuevos conocimientos sobre las tácticas de Putin con respecto al separatismo.
La investigación identifica los intentos de los funcionarios rusos de enmascarar un cambio de política de intervención a invasión de las ex repúblicas soviéticas, lo cual es evidente desde 2008, cuando las fuerzas rusas entraron en Georgia.
“Las narrativas posteriores a 2008 buscan presentarse como consistentes con el pasado”, indica Rotaru, especializado en política exterior rusa, la antigua región soviética, la Asociación Oriental y la Unión Económica Euroasiática.
Rotaru añade al respecto: “El objetivo es inducir la percepción de que la estrategia de Rusia hacia los conflictos secesionistas se ha mantenido igual. Es decir, apoyar militarmente a las regiones separatistas con el objetivo proclamado de proteger a la minoría rusa que vive en esas regiones”.
“Usando los argumentos surgidos ya en la década de 1990, el Kremlin sugiere la continuidad de su estrategia frente a los conflictos separatistas”, recalca, antes de añadir: “Sin embargo, la evidencia empírica ha demostrado que desde 2008 Moscú no ha intervenido simplemente en territorios secesionistas para presionar a los gobiernos centrales de otros estados postsoviéticos. Tampoco se ha abstenido de la invasión directa para controlar la política exterior de los países de su entorno”.
Zelenski acusa a Rusia de genocidio
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, acusó este jueves a Rusia de "genocidio" por la deportación de ciudadanos y los "asesinatos masivos de civiles" en el Donbás.
En su habitual discurso nocturno, Zelenski dijo que la actual ofensiva rusa en Donbás "puede dejar la región deshabitada. Quieren reducir a cenizas Popasna, Bajmut, Lyman, Lysychansk y Severodonetsk. Como Volnovaja, como Mariúpol".
El presidente ucraniano denunció que los militares rusos, que ocupan el país desde el 24 de febrero pasado, reúnen en las ciudades y comunidades más cercanas a la frontera con Rusia, en Donetsk y Lugansk, "a todos los que pueden para ocupar el lugar de los muertos y heridos en el contingente de ocupación".
Y sentenció: "Todo esto, incluida la deportación de nuestro pueblo y los asesinatos masivos de civiles, es una política evidente de genocidio seguida por Rusia".
Rusia bombardea Dnipro
Las fuerzas rusas bombardearon en las últimas horas objetivos en la región de Dnipro, en el centro de Ucrania, donde causaron importantes daños, al tiempo que mantuvieron su ofensiva en el este del país, especialmente en la región de Donetsk.
En Dnipro, la cuarta ciudad más poblada de Ucrania, han sido una noche y una mañana complicadas, con "varios ataques", anunció este viernes Valentyn Reznichenko, jefe de la Administración Militar Regional de Dnipropetrovsk, a través de Telegram.
Precisó que los equipos de rescate están buscando supervivientes entre los escombros de los edificios que fueron alcanzados por el enemigo y que, según él, provocaron una "grave destrucción" en la ciudad, situada a orillas del rio Dniéper, que cruza el país de norte a sur.
En cuanto a la zona este, el Alto Mando del Ejército ucraniano informó en su parte de este viernes que los invasores rusos han renovado su asalto a la ciudad de Sloviansk, en la región de Donetsk, donde continúan disparando contra unidades ucranianas, lanzando ataques con misiles y reagrupando tropas.
Las fuerzas rusas avanzan a marchas forzadas en Lugansk, en el este de Ucrania, donde ya controlan el 95 % del territorio y se encuentran a las puertas de Severodonetsk, centro administrativo de la región que pretenden separar del resto del país, según Serhiy Gaidi, jefe de la Administración militar de esa región del Donbás, y las milicias prorrusas.