El jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, planeaba capturar a líderes militares rusos como parte de la rebelión que puso en marcha el fin de semana y que adelantó después de que la inteligencia rusa descubriese su plan, informó este miércoles The Wall Street Journal (WSJ) citando fuentes occidentales.
Según esas fuentes, originalmente Prigozhin preveía capturar al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y al jefe del Estado Mayor General, Valeri Guerásimov, durante una visita que iban a hacer a una zona fronteriza con Ucrania, pero los servicios secretos rusos destaparon el plan dos días antes de su ejecución.
Agencias de inteligencia occidentales, apunta el periódico, también tuvieron conocimiento de los planes del líder de Wagner y consideraban que tenía posibilidades de éxito, que se desmoronaron al filtrarse la conspiración y forzar a improvisar una alternativa.
El WSJ señala que fuentes occidentales creen que Prigozhin había comunicado sus intenciones al general ruso Serguéi Surovikin, una información también publicada por The New York Times y que ha sido calificada de "especulación" por el Kremlin.
Según las fuentes del diario económico, Prigozhin había acumulado armamento y munición y esperaba que parte de las Fuerzas Armadas rusas se sumasen al motín y se rebelasen contra sus comandantes.
Tras saber que su plan se había filtrado, el jefe del grupo de mercenarios adelantó sus movimientos y capturó la ciudad de Rostov para luego enviar una columna en dirección a Moscú, que se detuvo tras unas negociaciones en las que medió el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko.
En sus mensajes de los últimos días, Prigozhin dijo públicamente que su rebelión tenía como objetivo desbancar a Shoigú y Guerásimov, como responsables de los problemas en la invasión de Ucrania, pero que no buscaba derrocar el Gobierno de Putin.
UNA PERSECUCIÓN JUDICIAL EN CIERNES
Pese a haberse cerrado el caso penal contra Prigozhin, el presidente ruso, Vladímir Putin sugirió que el jefe de Wagner puede no estar tan libre de persecuciones judiciales en su exilio en Bielorrusia.
Putin insinuó que se investigarán sus negocios y si hubo "robos" en los contratos multimillonarios de cáterin para el Estado y las Fuerzas Armadas que se adjudicó una de sus empresas, Concord.
Prigozhin tiene registradas a su nombre seis empresas, mientras que otras compañías están vinculadas a él y negocios como restaurantes y hoteles a su familia.
Putin trata así de luchar contra el apoyo popular que ha alcanzada el empresario de San Petersburgo desde que empezó a denunciar en audios y vídeos el "caos" ruso en la guerra en Ucrania y a criticar la gestión y "corrupción" de los "burócratas" de Defensa.
¿PURGA EN LAS FUERZAS ARMADAS?
La "limpieza" del Grupo Wagner iniciada por el Kremlin y Defensa consiste en obligar a los mercenarios a firmar contratos con el Ejército regular o irse a sus casas o al exilio a Bielorrusia.
Pero algunos observadores militares rusos señalan que no será la única limpieza que acometa Putin después de la insurrección.
El conocido canal de Telegram de información sobre la guerra en Ucrania Rybar señaló hoy que la rebelión armada "se convirtió en el motivo de purgas a gran escala en las filas de las Fuerzas Armadas".
"Desde hace varios días investigadores y representantes del Servicio Federal de Protección (encargado de la seguridad de altos cargos, incluido Putin) entrevistan a jefes de mando militar y a comandantes de unidades", aseguró.
Otros blogueros militares aseguran que la supuesta purga también afecta a los pilotos que se negaron a atacar las columnas de Wagner que se acercaban a Moscú el sábado y a los guardias fronterizos que tampoco frenaron a los wagner en la región de Rostov.