Matteo Renzi, líder del Partido Demócrata, prepara hoy, en espera de que el jefe de Estado italiano, Giorgio Napolitano, le encargue formar Gobierno, la lista de los ministros y el programa de gobierno con el que intentará convencer a sus futuros aliados.
Tras terminar ayer la ronda de consultas con los partidos políticos, el jefe de Estado afirmó que la persona que se encargaría de formar Gobierno tendría "espacio y tranquilidad" para reflexionar, lo que indica que el encargo a Renzi se puede retrasar a mañana.
Renzi, que desde ayer se encuentra en Florencia, continuará con las entrevistas para formar su equipo, aunque no será fácil ya que algunas personalidades ya le han dicho que no, como es el caso del escritor Alessandro Baricco o el consejero delegado de la firma de gafas Luxottica, Andrea Guerra.
Pero sobre todo, Renzi debe preparar su programa gubernamental para convencer al Nuevo Centroderecha, de Angelino Alfano, y a otras fuerzas centristas para darle su apoyo y entrar en el Ejecutivo de coalición.
Tras la reunión con Napolitano, Alfano, exlugarteniente de Silvio Berlusconi, puso algunas condiciones a la entrada en el Ejecutivo de Renzi, entre estas que el programa "no tome una deriva hacia la izquierda" y que contemple ideas del centroderecha.
Pero sobre todo, Alfano repitió durante la jornada de ayer que un Ejecutivo no se puede cerrar en 48 horas.
"No puedo pedir 55 días como se han necesitado en Alemania, pero creo que es necesario más tiempo", dijo Alfano, lo que hace suponer una larga negociación con Renzi.
También condicionaron su apoyo a Renzi hasta que no vean el programa de gobierno, los centristas Elección Cívica, el partido fundado por Mario Monti, y el grupo Populares Para Italia-UDC (escindido de Elección cívica).
Los medios de comunicación aseguran que todo dependerá de si aliados de Renzi quedan satisfechos de la colocación de sus miembros en la lista de ministros.
Mientras que en la Cámara de los diputados, el Ejecutivo de Renzi no tendría problemas para recibir el voto de investidura, en el Senado, el PD cuenta con 107 escaños y la mayoría absoluta es de 161, por lo son fundamentales los 31 del Nuevo Centroderecha de Alfano, los siete de Elección Cívica y los 12 del grupo Populares Para Italia-UDC, así como el apoyo de otros pequeños grupos.
Pero Renzi también tendrá que lidiar con los malhumor en el seno de su partido, ya que la decisión de "amotinarse" contra Enrico Letta y forzarlo a dimitir no ha gustado a muchos, pero sobre todo siguen sin digerirse las negociaciones con la derecha.
Según el diputado Giuseppe Civati, "unos diez senadores del PD podrían no votar" la investidura del Ejecutivo de Renzi, al considerar que "se están tomando decisiones arriesgadas".