El presidente francés, Nicolas Sarkozy, dijo hoy que España ha sido un país considerado como un "milagro", pero que ahora nadie querría estar en su situación.
"Durante décadas, se ha hecho como si uno se pudiera exonerar de las reglas del sentido común, y los países que no se han despertado a tiempo son países que ahora no pueden afrontar la situación", comentó Sarkozy al aludir a la crisis económica, en un discurso público en Carcasona (sur de Francia).
"Mirad cómo cambian las cosas de rápido. Se hablaba de España como de un milagro hace dos o tres años. Se hablaba de Irlanda como de un Eldorado. ¿Quién querría ahora estar en esa situación?", dijo.
Insistió en que "un país que no hace el esfuerzo para controlar sus gastos es uno que ha dejado de ser independiente".
El portavoz del Ministerio francés de Exteriores, Bernard Valero, precisó en declaraciones a Efe que ese discurso no debe considerarse "despectivo", porque lo importante para los dos países, "tal y como ha reiterado el propio Sarkozy, es unir esfuerzos y trabajar mano a mano para salir de la crisis".
"La prioridad para todos los países europeos, y en este contexto para Francia y España, es seguir trabajando juntos más que nunca para definir las soluciones a los problemas económicos y financieros actuales. Es lo que hemos hecho hasta ahora y es lo que seguiremos haciendo mañana" en la cumbre extraordinaria de Bruselas, añadió.
Valero quiso hacer hincapié en que Francia "reitera su reconocimiento y su alta valoración a los esfuerzos del Gobierno español dedicados a responder a una crisis que afecta no solo a España, sino a todos los países europeos".
El portavoz subrayó: "Estamos en una etapa de movilización general de todos los esfuerzos y buenas voluntades, y en ese contexto el único objetivo es salir de la crisis" para reanudar el crecimiento y el desarrollo económico.
Sarkozy, que con la canciller alemana, Angela Merkel, encabeza la negociación para tratar de llegar a un acuerdo para restablecer la confianza en la zona euro, pronunció en la cumbre del pasado domingo en Bruselas palabras referidas a España, pero en otro sentido.
Dijo entonces que España ya no se encuentra en primera línea de los problemas económicos y financieros de los países de la moneda única.
También precisó que eso se debe a los "enormes esfuerzos" del Gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, y al sentido de la responsabilidad del jefe de la oposición, Mariano Rajoy.