El líder del partido izquierdista Syriza, el principal de la oposición en Grecia, Alexis Tsipras, aseguró que un Gobierno dirigido por su formación garantizará los depósitos bancarios de los griegos, "en cooperación con sus socios europeos y el Banco Central Europeo" con los que negociará.
"¡Acabemos con los relatos de terror!", dijo Tsipras en un largo y apasionado discurso pronunciado hoy en un cine en el centro histórico de Atenas, que dio comienzo a una campaña electoral que oficialmente todavía no ha arrancado.
El discurso tuvo lugar tan solo horas después de que el primer ministro griego, el conservador Andonis Samarás, anunció la convocatoria de elecciones generales anticipadas para el 25 de enero como consecuencia del fracaso del candidato oficial a la Presidencia del país, Stavros Dimas, de salir elegido en la tercera votación parlamentaria.
Tsipras criticó la campaña del "miedo" lanzada por Samarás contra los izquierdistas y aseguró que lo que funcionó en 2012, cuando se celebraron los anteriores comicios generales, no funcionará esta vez, pues el pueblo sabe que el culpable de su miseria no es Syriza sino el gobierno actual.
El líder de la oposición aseguró que el Gobierno intenta sembrar el miedo entre la ciudadanía presentando un ejercicio democrático como son elecciones "como una anomalía", o "la voluntad popular, como inestabilidad", logrando con ello "socavar la imagen internacional del país" y "tratando de asustar a los depositantes".
El líder izquierdista añadió que esta vez la campaña no funcionará, entre otras cosas, porque la situación financiera en la Unión Europa ha cambiado.
"2014 no es 2012, porque los bancos sistémicos han pasado las pruebas de choque, la consolidación de la banca ha progresado y los cuatro bancos sistémicos forman parte del sistema bancario europeo. El equilibrio del sistema bancario es un tema que concierne a todos", añadió. Aseguró que entretanto los socios europeos han manifestado que están dispuestos a cooperar con el nuevo Gobierno griego.
"En contraste con 2012, países como Francia e Italia han renunciado unilateralmente a normas de austeridad y disciplina fiscal y las políticas de austeridad están haciendo mella incluso en Alemania", sostuvo Tsipras, para añadir que todo eso son factores que mejoran la capacidad de negociación del futuro gobierno.
Tsipras auguró, pese a ello, difíciles negociaciones con los acreedores, por lo que manifestó su esperanza de que Syriza logre reunir una amplia mayoría en el Parlamento, que evite que el futuro gobierno tenga "las manos atadas a la hora de negociar con los socios".
El líder de la oposición griego acusó a Samarás de haber prometido una serie de alivios fiscales y mejoras de ingresos para los ciudadanos y haber hecho lo contrario, y desgranó una a una las promesas incumplidas.
Además, enumeró algunos de los recortes que todavía quedan por delante como parte de los compromisos con la troika de acreedores y que en principio debían haberse aplicado antes de finales de febrero, fecha en la que concluye la prórroga del rescate, como nuevos despidos o una subida del impuesto sobre el valor añadido.