Ucrania pedirá que se califique como terroristas a los sublevados prorrusos

  • Acusa a los rebeldes de llevarse 38 cuerpos del avión derribado
  • Los expertos de la OSCE se quejan de trabas en la investigación

El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, anunció hoy que prepara demandas judiciales para que las organizaciones separatistas prorrusas de las regiones orientales de Donetsk y Lugansk sean calificadas como terroristas.

Poroshenko se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores holandés, Frans Timmermans, que llegó hoy a Ucrania para ayudar a que los cuerpos de los 192 holandeses que fallecieron en el avión malasio sean repatriados lo antes posible a su país.

El jefe de la diplomacia holandesa aseguró que su país "no descansará hasta que los culpables" del presunto derribo hace dos días del Boeing 777 malasio en el este de Ucrania controlado por los prorrusos "comparezcan ante la Justicia".

INVESTIGACION SOBRE EL TERRENO

Casi dos días después de que el avión de Malaysia Airlines fuera derribado con 298 ocupantes en el este de Ucrania, los equipos internacionales ahan accedido a la zona, en medio de las acusaciones de Kiev a los rebeldes prorrusos de robar cadáveres.

Los expertos de la OSCE que llegaron hoy al lugar donde fue derribado el avión se quejan de las trabas que ponen a su misión los milicianos prorrusos que custodian el lugar de la tragedia.

"Si ustedes no me dejan hacer mi trabajo me quejaré a (Alexandr) Borodái (líder de los insurgentes prorrusos)", se dirigió a un comandante de las milicias el suizo Alex Hug, jefe de la misión internacional de la OSCE para Ucrania, acompañada en el lugar de la tragedia por un grupo de periodistas entre los que estaba Efe.

Al llegar al epicentro del accidente, una especie de zona cero de la catástrofe en la que están la mayor parte de los restos del Boeing 777 malasio, incluido el motor, Hug y otros dos expertos de la OSCE entrevistaron a Alexandr, el propietario de una casa ubicada a unos 50 metros de este lugar.

"Cuando cayó el avión, la onda expansiva de la explosión fue tan fuerte que mi mujer y yo salimos despedidos del cuarto de estar y acabamos en el sótano de la casa", relató a Efe este testigo en la puerta de su casa.

Tanto el Gobierno ucraniano como los sublevados prorrusos se acusaron del derribo del avión malasio ya instantes después de que se conociera la tragedia, aunque Kiev ha ido incluso más allá y ha responsabilizado a Rusia de estar implicada en el accidente.

Aunque en las últimas horas se ha anunciado un acuerdo por el que los rebeldes prorrusos permitirán los trabajos en un radio de 20 kilómetros, el Gobierno ucraniano denunció hoy que los milicianos que controlan la zona se han llevado 38 cuerpos de los fallecidos en el siniestro.

"Milicianos armados alejaron a los equipos de rescate y los dejaron sin medios de comunicación. Cargaron los cuerpos en un camión como sacos. Según los milicianos, se disponían a llevarlos a la ciudad de Donetsk", señaló una fuente del Gobierno de la región donde tuvo lugar el accidente, citada por medios ucranianos

Poco antes, el Grupo de Contacto sobre la crisis ucraniana (formado por Ucrania, Rusia y la OSCE) anunciaba un acuerdo para crear una zona de 20 kilómetros cuadrados para que Ucrania pudiese recoger los cuerpos y entregarlos a sus familiares.

Ayer, milicianos armados impidieron el acceso al grupo de inspectores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) que llegó al lugar del suceso, en la rebelde Donetsk, entre la indignación de los familiares de las víctimas y de sus gobiernos.

Numerosos países y el Consejo de Seguridad de la ONU exigen el acceso a la zona y que lleve a cabo una investigación independiente para aclarar las causas del siniestro del avión, supuestamente derribado por un misil sobre la rebelde región de Donetsk.

EEUU y las potencias occidentales culpan a los insurgentes y, de forma indirecta, a Rusia por prestar apoyo a los separatistas.

El presidente de EEUU, Barcak Obama, confirmó ayer que, según la información de inteligencia en su haber, el avión que había salido de Amsterdam con destino a Kuala Lumpur fue abatido por un misil tierra-aire lanzado desde un área controlada por los separatistas respaldados por Rusia en Ucrania.

Obama no involucró directamente a Moscú, pero aseguró que "no es posible para esos separatistas operar de la forma que lo hacen (...) sin equipo sofisticado y un entrenamiento sofisticado y ambos proceden de Rusia".

El mandatario coincidió, en sendas llamadas telefónicas, con el primer ministro británico, David Cameron, y la canciller alemana, Angela Merkel, en que Moscú afrontará sanciones adicionales si no deja de alentar la inestabilidad en Ucrania.

También Australia reclamó hoy que se garantice el acceso a la zona y exigió una investigación para llevar a los responsables ante la justicia.

"Por ahora, todo lo que sabemos, porque la zona está controlada por rebeldes apoyados por Rusia, es que los cuerpos siguen esparcidos en campos en el este de Ucrania y que rebeldes armados pisotean la zona", dijo el primer ministro, Tony Abbott.

El primer ministro indicó que está noche partirá hacia EEUU junto a la ministra de Exteriores, Julie Bishop, para exigir ante el Consejo de Seguridad de la ONU la apertura de una investigación internacional independiente.

De los 298 pasajeros fallecidos, 27 eran australianos, mientras que la mayoría, 192, eran de nacionalidad holandesa, uno con doble nacionalidad estadounidense. También viajaban 44 malasios, 10 británicos, uno de ellos con doble nacionalidad sudafricana; 4 alemanes, 4 belgas, 3 filipinos, un canadiense y un neozelandés.

En la capital ucraniana, Kiev, investigadores internacionales, entre ellos más de 130 especialistas de Malasia, y equipos de Holanda y Australia.

También viajará hoy a Ucrania el ministro de Transportes de Malasia, Liow Tiong Lai, para garantizar el acceso de investigadores malasios al lugar donde se encuentran los restos del avión.

"Queremos garantizar un corredor seguro al lugar", dijo Liow, que evitó pronunciarse sobre quién tiene las cajas negras del avión, que según la agencia rusa Interfax fueron encontradas por rebeldes ucranianos, y aseguró que el Gobierno malasio todavía no ha podido confirmar ninguna información.

El primer ministro de Malasia, Najib Razak, pidió anoche a la ONU que garantice la seguridad a los equipos de rescate malasios y que las pruebas relacionadas con el suceso no sean manipuladas.

Por otra parte, el Gobierno de Ucrania denunció hoy que los rebeldes prorrusos que controlan la zona donde el jueves fue derribado por un misil un avión malasio con casi 300 personas abordo se han llevado 38 cuerpos de los fallecidos.

"Milicianos armados alejaron a los equipos de rescate y los dejaron sin medios de comunicación. Cargaron los cuerpos en un camión como sacos. Según los milicianos, se disponían a llevarlos a la ciudad de Donetsk", señaló a su vez una fuente del Gobierno de la región donde tuvo lugar el accidente, citada por medios ucranianos.