La Junta Militar de Birmania (Myanmar) ha firmado la orden de puesta en libertad de la líder opositora Aung San Suu Kyi, cuya pena de 18 meses de arresto domiciliario vence este sábado. Fuentes de la Liga Nacional por la Democracia (LND), el partido de Suu Kyi, indicaron que la Nobel de la Paz será trasladada a lo largo del día a la antigua sede del partido, donde desde el mediodía se han empezado a concentrar decenas de seguidores de la "Dama", como es conocida popularmente por sus partidarios.
La mayoría lleva camisetas impresas con el lema: "We stand with Aung San Suu Kyi (Estamos con Aung San Suu Kyi), pues la ley birmana les prohíbe mostrar las siglas de la LND después de que la formación fuera disuelta. "Nos han dicho que Suu Kyi puede llegar entre las cuatro de la tarde y la medianoche. Hay mucha excitación y confusión", señaló una militante de la formación.
Otros seguidores portaban fotos de su ídolo quien, a pesar de la apariencia frágil, ha demostrado una entereza y un carisma incomparables en los últimos veinte años, que la han convertido en el símbolo de la democracia en Birmania.
No obstante el largo cautiverio, su poder de movilización se ha mantenido intacto entre los birmanos, como se podía comprobar hoy en Rangún. Al mismo tiempo que la LND preparaba un gran recibimiento, la Policía reforzaba la seguridad en los dos controles montados en los accesos al domicilio de la Nobel de la Paz, en el número 54 de la Avenida de la Universidad de Rangún, según observó Efe.
También se han instalado frente a la antigua sede de la LND decenas de agentes de paisano provistos de radioteléfonos y cámaras de vídeo con las que graban a todo aquel que pasa por allí. Los cuerpos de seguridad han desplegado en el área unos 300 policías antidisturbios que entraron en el barrió en 13 camiones.
En virtud de esta situación, muchos opositores han optado por situarse en puntos alejados de las fuerzas de seguridad, pero desde los que pueden ver si aparece la "Dama".
La puesta en libertad de Suu Kyi, de 65 años, no ha sido confirmada oficialmente por las autoridades, que niegan la entrada a los periodistas extranjeros en Birmania, gobernada por un régimen militar desde 1962.
El abogado de la líder opositora y portavoz de la LND, Nyan Win, no descartó que el Gobierno vuelva a ser detenida, "pero antes deben firmar su libertad por ley".
DESDE 1992
El conflicto entre la opositora y el presidente de la Junta Militar, general Than Shwe, de quien se dice que ha dado órdenes de no pronunciar el nombre de la activista en su presencia, ha dominado la escena política birmana desde que el segundo asumió la jefatura del Estado, en 1992.
Desde entonces, Than Shwe ha mantenido a la disidente cautiva y ha encarcelado, repetidamente, a los miembros de la ahora proscrita LND, principalmente a aquellos que ganaron un escaño en las elecciones de 1990, que ganó la formación opositora con abrumadora mayoría.
La inminente liberación de Suu Kyi se produce unos días después de que los generales volviesen a convocar a los birmanos a las urnas para elegir un nuevos parlamentos, el de la nación y los de las distintas regiones y estados.
Las elecciones se celebraron el domingo pasado sin contar con la oposición democrática y sin atender a los llamamientos de la ONU, Estados Unidos, la Unión Europea y otros países que pedían primero la liberación de todos los presos políticos, incluida Suu Kyi.
El Partido del Desarrollo y la Solidaridad de la Unión, del primer ministro Thein Sein, se ha atribuido ya la victoria con en torno al 80 por ciento de los escaños en juego.
Aunque el escrutinio no ha concluido, los resultados parciales que difunde la Comisión Electoral confirman esa proclamación, que significará que los militares continuarán gobernando, pero ahora con la legitimidad de las urnas.