Nueve muertos en un tiroteo a un centro comercial de Múnich

  • El autor, un germano-iraní de 18 años, se suicidió
  • Artificieros analizan en Múnich una mochila hallada junto a un cadáver

Nueve personas han muerto en el tiroteo registrado en un centro comercial de Múnich. El autor del tiroteo del centro comercial de Múnich ha sido un alemán-iraní de 18 años residente en la capital bávara, informó hoy la Policía, que se suicidó y cuyo cádaver fue encontrado a un kilómetro del lugar de los hechos,con signos claros de haberse suicidado, iba armado con una pistola.

La policía muniquesa de que se ha desactivado la alerta que regía en la ciudad desde el tiroteo y que el transporte público vuelve a funcionar. Tras el tiroteo, se había activado en la ciudad la alerta antiterrorista y se habían desplegado efectivos de todos los cuerpos policiales disponibles, con apoyo de agentes desplazados de otros estados federados.

Los motivos del ataque son del todo desconocidos, añadió la fuente policial, según la cual inicialmente se creyó que eran tres los atacantes, puesto que se vio a dos personas huyendo en un coche a toda velocidad del lugar, pero luego se comprobó que no tenían nada que ver con el tiroteo.

La primera alarma saltó sobre las 15.50 GMT y en cuanto saltó la noticia empezaron a llegar todo tipo de informaciones acerca de otros tiroteos o sucesos en la ciudad, lo que motivó la gran confusión generada alrededor del ataque, indicó la fuente. Según las investigaciones en curso, el agresor no tiene antecedentes policiales y vivía en Múnich desde hace unos años.

21 HERIDOS

Además de los nueve muertos en el tiroteo, hubo 21 heridos de diversa consideración, entre ellos algunos niños; 16 siguen ingresados y tres están en estado grave.

"De momento no vemos ninguna similitud", respondió el mando policial al ser preguntado sobre paralelismos con el atentado cometido el lunes por un refugiado afgano de 17 años que, inspirado en la propagada yihadista, atacó con un hacha y un cuchillo de los pasajeros de un tren regional, con un balance de cinco heridos.

La policía, recalcó Andrä, trabaja sobre un tiroteo y no puede avanzar si se trata de un atentado o de acto de locura porque desconoce los motivos del joven, cuyo entorno está siendo investigado. El ataque se produjo sobre las 15.50 GMT y mantuvo durante horas en vilo a las fuerzas policiales de la ciudad, hasta que poco antes de las 00.00 GMT del sábado se desactivó la alarma.

El ministro alemán de la Cancillería, Peter Altmaier, había hecho hincapié en que se investigaba en todas direcciones, sin descartar ni un ataque ultraderechista ni un atentado yihadista, pese a no existir indicios en esa dirección.

Poco después del tiroteo un portavoz policial había indicado asimismo que éste se había abordado como un atentado terrorista porque los testigos informaron de que el ataque había sido perpetrado por tres personas con armas largas.

Andrä indicó finalmente, una vez esclarecida la situación, que se investigó a dos personas que habían huido a toda velocidad en un automóvil de la hamburguesería donde comenzó el ataque, pero que luego se comprobó que no tenían nada que ver con éste.

La activación de la alerta antiterrorista se decidió ya que permite disponer de los efectivos de todos los cuerpos policiales, incluido el cuerpo de elite GSG-9, creado en 1972 tras la toma de rehenes de los Juegos Olímpicos de Múnich.

A través de Twitter, la policía, que colgó sus mensajes en alemán, inglés, francés y turco, apremió reiteradamente y durante horas a los ciudadanos a que abandonaran los espacios públicos de Múnich y no salieran de casa. Asimismo reclamó no difundir en internet fotos ni vídeos de los operativos policiales y pidió que todas las imágenes fueran colgadas en una página web oficial para ayudar a los investigadores.

El servicio de metro quedó suspendido de inmediato tras el ataque, lo mismo que el resto de transportes públicos, y el servicio no se reanudó hasta que se desactivó la alarma. Según explicó Andrä, lo prioritario era garantizar la seguridad mientras reinaba la confusión y llegaban a la policía diversas alertas de otros tiroteos e incluso tomas de rehenes en la ciudad, todas falsas.

Para facilitar el operativo policial se pidió asimismo a los automovilistas que abandonasen las autopistas en dirección a Múnich, la estación central de ferrocarril quedó evacuada y se suspendió el tráfico ferroviario hacia ella. La policía muniquesa estableció un número de teléfono (0800 7766350) para atender las llamadas de los familiares de posibles víctimas o personas desaparecidos tras el tiroteo.

El centro comercial Olympia se encuentra en una zona residencial algo apartada del centro, a dos paradas de metro del Estadio Olímpico, pero es un sitio concurrido, con un total de 135 establecimientos. El tiroteo provocó la alarma general, en un país donde se ha extendido la sensación de que va a ser el siguiente objetivo del terrorismo islámico, tras los recientes ataques de Francia y Bélgica.

La voz del Gobierno federal, hasta ahora, fue la del ministro Altmaier, en distintas intervenciones desde las televisiones públicas, mientras que para mañana se convocó una reunión del gabinete de emergencia del Gobierno de la canciller Angela Merkel.