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10 cascadas de Madrid hipnóticas que debes conocer
- Un viaje en plena naturaleza por las cascadas más bellas de la región
Más allá de Iguazú o las Victoria, en Madrid no tendremos cataratas, pero sí tenemos modestas pero preciosas cascadas que merecen la pena una buena visita. Advertimos de que la imagen de cada una de ellas enamora. No podrás dejar de buscarlas…
Aquí puedes conocer las 10 cascadas de Madrid más bellas.
La más alta: Chorrera de los Litueros (Somosierra)
Con sus 40 metros de altura, es la cascada más alta de la Comunidad de Madrid. Muy lejos de los 979 metros del salto del Ángel (Venezuela), la caída de agua más alta del mundo, sí… pero para ser autóctona, es una buena cascada para admirar con la boca bien abierta.
Sin duda, una de las mejores cascadas de Madrid, y está en Somosierra. Imagina lo fría que está el agua… Su ruido rompe el sobrecogedor silencio de la montaña, y de su fuerza nace más adelante el río Duratón, una vez que sus aguas se unen con las del Arroyo de las Pedrizas.
No de extrañar que tantos fotógrafos, escaladores, ciclistas y amantes de la Naturaleza hayan pasado por aquí para dejar constancia de su belleza:
Cascadas de Madrid realmente hipnóticas: Cascada del Purgatorio (Rascafría)
Si ya de por sí el paisaje del Monasterio del Paular (Rascafría) es como la entrada a un cuento de hadas, la sorpresa que espera un poco más allá del Puente del Perdón es realmente espectacular.
Una vez pasadas las piscinas naturales de las Presillas, nos encontramos de golpe con la famosa ‘Cascada del Purgatorio’, un salto de agua espectacular y hermoso que deja caer el agua cristalina sobre piedras repletas de musgo. En realidad son dos saltos de agua casi gemelos, fruto de la fuerza del arroyo del Aguilón.
Imposible no enamorarse de la cadencia de sus pequeños ‘brincos’ del agua que busca su vereda… Un lugar indispensable para los fotógrafos de Naturaleza:
Cascada del Hervidero (San Agustín de Guadalix): Cascadas de Madrid maravillosas
¿Te imaginas dos toboganes de agua en medio de la montaña? Así es esta impresionante cascada de dos saltos que podremos encontrar en San Agustín de Guadalix, en un lugar al que se accede a pie o en bicicleta (y casi, casi, en coche).
La cascada del Hervidero es una de las cascadas de Madrid más bellas, sobre todo por su entorno, al estar rodeada de infinidad de veredas verdes repletas de fresnos, rosales silvestres y matorrales serranos y hasta acueductos (Retuerta, Valcaliente o La Sima).
Chorrera de Mojonavalle (Canencia): 30 metros de caída de agua
Es otra de las cascadas de Madrid más altas, y en medio del único bosque de abedules de la región. La cascada de Mojonavalle tiene 30 metros de caída y está en el Puerto de Canencia.
Ofrece una ruta senderista realmente hermosa (de unas cuatro horas aproximadamente), que parte desde Bustarviejo. Y el premio al llegar a la cascada es una imagen idílica. Es el nacimiento del Arroyo del Sestil del Maíllo.
Cascadas de Madrid: Chorrera de San Mamés (Navarredonda)
Otra impresionante cascada de 30 metros de altura, a la que se llega caminando desde la famosa ermita de San Mamés (en Navarredonda). Una caída casi vertical sobre un precipicio que impresiona.
El ruido del agua es ensordecedor (sobre todo en primavera, con el deshielo), y la estampa es realmente impresionante.
Esta cascada, por cierto, pertenece al arroyo del Chorro, que a su vez es afluente del río Lozoya.
Cascada de Cancho Litero (Navalafuente)
Es una de las cascadas de Madrid menos conocidas, así que esto es un valor añadido para descubrir esta maravilla en medio de un entorno privilegiado.
La ruta para llegar a ella parte de Navalafuente, en plena sierra de Guadarrama, y es una ruta sencilla, ideal para principiantes.
Se atraviesan caminos de fresnos, chopos, sauces y alisos. La cascada, ya en Villavieja del Lozoya, serpentea entre rocas de granito y termina en una profunda poza.
Ducha de los Alemanes (Cercedilla): Cascadas de Madrid con historia
Pocos conocen la calzada romana de Cercedilla. Una calzada romana que justo desemboca en esta espectacular cascada, la ‘Ducha de los Alemanes’.
Su nombre, como es lógico, tiene una historia: es el lugar en donde se ‘duchaban’ los montañistas alemanes que llegaban a esta zona a principios del siglo XX. Ya sabemos que allí están muy acostumbrados al frío… imagina la temperatura del agua. Pues dos metros de agua fresquita, ideal para darse una ducha mañanera y despertarse para del todo para el resto del día.
La ruta, por cierto, no podía tener un nombre más ensoñador: Mirador de los poetas.
Cascada del Hornillo (Robledondo): Cascadas de Madrid llenas de magia
Se encuentra entre Robledondo y Santa María de la Alameda, y a pesar de tener solo 15 metros de altura, es una espectacular cascada de varias caídas de agua.
Además, tiene cerca el embalse de la Aceña, y desde allí puede verse (si el cielo lo permite) la sierra de Gredos (y para los que tienen buena vista, hasta el Monasterio del Escorial).
Cascadas de las Guarramillas y poza de Sócrates (Cotos)
El puerto de Cotos nos ofrece una postal repleta de cascadas. Pero de todas ellas, destaca esta, del arroyo de Guarramillas, una hermosa cascada que acaba en una poza, la de Sócrates. No el Sócrates filósofo.
Curiosidades de la vida, su nombre se lo debe a un ex jugador del Atlético de Madrid (que además, era alpinista): Sócrates Quintana Montoto (asturiano que jugó de rojiblanco en Madrid de 1915 a 1918).