Desde que se mudó a la calle Jovellanos a finales de los años sesenta esto es lo que Alejandro ve desde su terraza. Una torre eléctrica de 30 metros de altura cuyos cables de cobre desnudo no sólo no tienen protección contra contactos directos.
"Esto lleva toda la vida puesta, vamos desde que hicieron los bloques", dice Alejandro quien reconoce que "da un poquito de miedo al salir aquí y ver los cables tan cerca, sobre todo cuando hay tormenta, el aire… "
Este ha sido el paisaje, cada día, durante medio siglo en Alcalá para unos vecinos que -por fin- van a decir adiós a la llamada Torre Jovellanos. La legislación vigente para este tipo de instalaciones establece ahora mismo que todas ellas que ser subterráneas, con las cajas generales de protección a ras de suelo y no en las azoteas como están en este edificio.
Por eso el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, tras llegar a un acuerdo con la compañía eléctrica del barrio, ha decidido retirar la torre. Y aunque las obras han comenzado el pasado viernes, los vecinos reciben la noticia con cierto escepticismo, que ven, como han pasado los años sin que se llevara a acabo su retirada tras muchos anuncios.
Desde el consistorio aseguran que apenas se bajen todas las cajas generales de protección, la demolición de esta torre será, finalmente, una realidad.