El Ayuntamiento de Madrid creará un centro de emergencia contra la trata de mujeres con atención telefónica las 24 horas y pondrá en marcha ayudas a la formación y el empleo en el marco de un plan que aprueba hoy la Junta de Gobierno y que estará en vigor hasta el 2020. Este plan contiene cuatro líneas de acción contra la trata de mujeres y las violaciones a los derechos humanos en contextos de prostitución, que incluyen medidas que van desde dar prioridad en el acceso a vivienda pública a las víctimas de trata hasta la articulación de programas de educación afectiva y sexual para adolescentes, según han informado fuentes municipales.
El Ayuntamiento pretende mejorar la detección de las víctimas de trata -se elaborará un estudio completo sobre la presencia en la ciudad- y también de la "prostitución forzada", sufrida por mujeres que no han sido captadas pero ejercen la prostitución bajo amenazas o coacción. Impulsado por el área de Políticas de Género y Diversidad dirigida por Celia Mayer, el plan ha sido impulsado con la participación de distintas organizaciones de atención a las víctimas, entre ellas Feminicidio.net, CEPAIM, Médicos del Mundo o Proyecto Esperanza, entre otras.
En Madrid, según datos municipales, unas 160 mujeres ejercen de forma diaria la prostitución en la calle, la prostitución en clubes se mantiene "estable" o incluso desciende mientras que ha aumentado el número de pisos clandestinos, lo que genera una gran dificultad para detectar el número de mujeres víctimas de trata sexual.
La ciudad cuenta con un centro de atención a las víctimas de explotación sexual, el Concepción Arenal, y con una Unidad Móvil de Atención, con los que se realizaron en 2017 un total de 1.276 atenciones, de las cuales se calcula que casi la mitad fueron a víctimas de trata. Las demandas de empleo y apoyo económico han ido aumentando progresivamente a lo largo de los años.
Fundamentalmente son mujeres inmigrantes en situación irregular, con graves dificultades económicas y sin red de apoyo las que ejercen la prostitución y -remarca el Gobierno municipal- "la prostitución y la trata están relacionadas y se retroalimentan mutuamente".
El Ayuntamiento incluye en su plan la necesidad de formar a los policías municipales para perseguir los abusos de derechos humanos de mujeres en contextos de prostitución y en formarlos para evitar la "revictimización" de las mujeres en contextos de prostitución. Esta es una de las 33 actuaciones del plan que se pondrán en marcha este año con un presupuesto específico de 2,2 millones de euros, que se suman a los 5,6 millones destinados a la atención integral.
En el apartado de concienciación social y vecinal, se realizarán campañas frente a la cosificación del cuerpo de las mujeres en la publicidad y se establecerá una línea de subvenciones a la educación afectivo-sexual. Para detectar más posibles víctimas de trata, el Ayuntamiento dará formación específica al Samur Social, la Policía Municipal, Madrid Salud y Servicios Sociales y elaborará protocolos para derivar posibles casos a los recursos de atención integral y ponerlos en conocimiento de la Fiscalía.
El principal recurso del plan será la creación de un centro de emergencia municipal para mujeres víctimas de trata y otros abusos de derechos humanos en contextos de prostitución que cuente con un teléfono de atención 24 horas que comenzará a construirse el año que viene, así como la creación de plazas de alojamiento semiautónomo para mujeres que culminan su proceso en el alojamiento protegido municipal.
El Ayuntamiento dará acompañamiento judicial a las mujeres víctimas de trata atendidas en sus recursos, creará materiales informativos y folletos en distintos idiomas, e intensificará los itinerarios para la inserción laboral y la mejora de la cualificación profesional de estas mujeres.
Además, incorporará en la APP "Madrid Ciudad de las Mujeres" un recorrido por la realidad e historia de las mujeres en prostitución en nuestra ciudad, durante la vigencia de la Ley de Peligrosidad Social.
El Ayuntamiento reconoce además la existencia de formas de trata cuya finalidad es distinta a la explotación sexual, como a trata para el servicio doméstico o los matrimonios serviles o forzados.