Eurocontrol ha indicado que el Aeropuerto Internacional de Adolfo Suárez Madrid-Barajas no aceptará llegadas con normalidad hasta las 23:00 horas UTC (tiempo universal coordinado) de este viernes, debido a la nieve, el hielo y la disponibilidad de puestos, tras el paso del temporal Filomena.
No obstante, desde la reapertura del tráfico en Barajas, tras su cierre durante el pasado fin de semana, el aeropuerto ha ido recuperando gradualmente las operaciones, pasando de los 120 vuelos del lunes pasado, a 198, el martes; más de 200, el miércoles, y 283, ayer (137 llegadas y 146 salidas), lo que supuso el 90 % de la programación inicial para el jueves.
En el aeropuerto hay dos pistas y tres terminales operativas (T1, T4, y T4S), que suponen la misma capacidad que antes del temporal.
"Caos aeroportuario"
El sindicato de pilotos Sepla exigió ayer explicaciones al Ministerio de Transportes, a Aena y al aeropuerto madrileño sobre el dispositivo puesto en marcha con motivo del temporal de nieve, y por qué no había evitado el "mayor caos aeroportuario de los últimos años".
Francisco Cruz, piloto experto en seguridad aérea del departamento técnico de Sepla, ha explicado este viernes que el problema fue que, conforme aumentaba la intensidad de la nevada, se acumulaban retrasos en las salidas, debido al grado de contaminación que había en plataformas de estacionamiento y en calles de rodaje.
Si una plataforma o una calle de rodaje no está limpia, los motores de avión ingieren trozos de hielo y se dañan, al igual que fuselajes, ha precisado.
Según Cruz, lo que notaron los pilotos fue una ausencia de un reporte que se llama "snowtam", que hace referencia al estado de las pistas cuando estas se encuentran contaminadas por nieve, hielo o agua relacionada con la nieve y, en el que, se define claramente la distancia en la que el piloto puede encontrar un banco de nieve.
"Deficiente coordinación"
De hecho, se han producido daños a terceros en los aviones en motores y fuselajes, ha asegurado.Los pilotos constaron también "una deficiente coordinación" en lo que es el control de tráfico aéreo y el servicio de limpieza "porque, muchas veces, la información que nos proporcionaban unos y que se obtenía después no era coherente", ha agregado.
Una vez empezó la nevada, los vuelos que ya se encontraban de camino a Madrid fueron avisados y los pilotos asumían una demora de media hora como es lo habitual, por lo que empezaron a dar vuelta a ver si mejoraba la situación, ha relatado.
En vistas de que la situación no mejoraba y que ya no les quedaba combustible, la mayoría de los aviones se dirigió a otros aeropuertos como Barcelona, Valencia, Málaga e incluso Las Palmas.
Cruz, que el viernes realizaba un servicio de un día, tardó e volver a su casa casi una semana, llegando ayer por la noche.