Treinta y seis personas trabajan en los dispositivos de prevención y vigilancia de incendios en la Casa de Campo. Gracias a su trabajo, la superficie quemada en este pulmón verde de Madrid se ha reducido en los últimos siete años un 92%. La teniente de alcalde y delegada madrileña de Medio Ambiente, Ana Botella, ha pedido la colaboración de los ciudadanos para reducir aún más el número de incendios en la Casa de Campo, que en todo el año pasado quemaron sólo 2.000 metros cuadrados de parque.
Botella ha presentado el operativo especial contra incendios en la Casa de Campo, que comenzó a funcionar el pasado mes de mayo y se mantendrá hasta octubre próximo.
El operativo, capaz de responder en menos de cinco minutos desde que se detecta un conato de incendio, según la delegada, está formado por 36 personas que refuerzan las 24 horas del día las brigadas antifuego desplegadas a lo largo del año.
Los escasos conatos de incendio que se producen cada año, la mayor parte debidos a imprudencias, se detectan desde las dos torres de vigilancia del parque, de 18 metros de altura, una situada en el cerro Garabitas -a la que Botella ha vuelto a subirse este año para contemplar las 1.722 hectáreas de la Casa de Campo- y la otra en la carretera de Rodajos.
Una vez detectados se pone en marcha el dispositivo de intervención, que cuenta con dos camiones autobomba específicos que pueden tomar el agua de la red de hidrantes del parque y de un camión cisterna de ayuda.
La responsable municipal de Medio Ambiente ha pedido a los madrileños que se impliquen en la conservación del parque, que eviten hacer fuego en esta época y que llamen al 112 en cuanto detecten un incendio.
Gracias a este operativo, la superficie quemada en la Casa de Campo se ha reducido un 92% desde 2004, según ha destacado la delegada.
La superficie media anual quemada entre 2000 y 2003 fue de 9,8 hectáreas, mientras que en el periodo comprendido entre 2004 y 2010 apenas ha alcanzado las 0,8 hectáreas.
Botella ha indicado que entre las tareas "vitales" de prevención que se realizan a lo largo de todo el año se encuentran la poda de pinos y encinas, la siega de 800 hectáreas de terrenos herbáceos o el mantenimiento de 130 kilómetros de cortafuegos.