La Guardia Civil ha dado por desarticulada una banda que supuestamente asaltó 38 residencias de personas mayores en diferentes lugares del territorio nacional, tras detener el pasado viernes en Getafe (Madrid) a dos personas de origen rumano y residentes en la Comunidad de Madrid que estaban en busca y captura en Alemania y Rumania. La investigación por parte de la Guardia Civil comenzó en la provincia de Lugo, después de tres robos cometidos en noviembre del pasado año en el interior de residencias de mayores situadas en las localidades de Quiroga, Guntin y Ferreira do Valadouro, informa este martes el instituto armado.
Supuestamente, los integrantes de la banda se apropiaron de joyas custodiadas en cajas de seguridad, que posteriormente eran fundidas en un taller casero, habilitado en el domicilio de uno de los arrestados.
Los ladrones, tras inutilizar el sistema de alumbrado en el exterior de las residencias, accedían al interior de las instalaciones a través de las ventanas que daban acceso a las oficinas, para lo que usaban un objeto punzante a modo de palanca, y una vez en el interior se apoderaban de las cajas fuertes, dinero, joyas y expedientes de los residentes -con sus documentos personales-.
Según ha informado la Guardia Civil, este clan familiar tenía su base de operaciones en las localidades de Mejorada del Campo y Getafe, lugares desde donde se desplazaban para perpetrar los robos, por lo que llegaban a recorrer cientos de kilómetros en una sola jornada.
Cuando regresaban con el botín, fundían las joyas en el domicilio de uno de los detenidos. Posteriormente, hacían lingotes de oro que eran enviados a su país natal.
Según los investigadores, planificaban con antelación suficiente cada golpe, para eludir posibles controles de seguridad, y hacían uso de vehículos de la misma marca y modelo -tres de ellos intervenidos en la misma operación-, a nombre de terceras personas. Para no llevarse sorpresas, cuando llegaban a las inmediaciones de las residencias pernoctaban en el interior del vehículo y observaban las medidas de seguridad, los horarios de los empleados, la posible presencia policial y cualquier otro aspecto que pudiese complicar el golpe.
Posteriormente, estacionaban el vehículo a varios kilómetros de distancia, para no levantar sospechas, y se trasladaban a pie hasta los edificios que habían marcado previamente como objetivo.La primera fase de explotación de la operación tuvo lugar el pasado viernes -día 7 de octubre- en la localidad de Getafe (Madrid), cuando se procedió a la detención de dos ciudadanos rumanos, de 33 y 42 años, precisamente cuando regresaban de perpetrar dos robos en la provincia de Granada.
El botín obtenido con los robos asciende a un valor aproximado de 200.000 euros. Los sospechosos fueron puestos este martes a disposición del Juzgado de Instrucción de Getafe (Madrid) en funciones de guardia, que acordó su ingreso en prisión.