La Policía Municipal de Madrid ha detenido a un hombre en un control de restricciones a la movilidad en la vía de servicio de la A-3 con 600 pastillas de Rivotril, un tranquilizante que había obtenido de un médico investigado por expedir recetas fraudulentas.
La intervención policial se realizó el pasado día 13 de octubre a las cinco y cuarto de la tarde en un control de movilidad ubicado en la citada vía, en el distrito de Puente de Vallecas, según informan fuentes policiales a Efe.
En ese punto, cerca de la Cañada Real, los agentes dieron el alto a un coche que daba bandazos, frenazos y circulaba muy lento al ver la presencia policial.
El conductor, un hombre de 37 años, y su acompañante estaban muy nerviosos y no supieron explicar el motivo de su desplazamiento, lo que propició un registro en profundidad del vehículo.
Los agentes encontraron una maleta que en su forro escondía 40 blíster de 15 pastillas del mencionado tranquilizante, con un total de 600 pastillas.
El conductor dijo que eran para su consumo y presentó ocho recetas de un médico de la sanidad privada, que no especificaban la cantidad.
Ante la cantidad de medicamentos que portaban, los policías llamaron al Colegio Oficial de Médicos, donde les advirtieron que el facultativo estaba investigado por la Comisión Deontológica por expedir recetas fraudulentas.
Los agentes detuvieron al conductor por un delito contra la salud pública, ya que sospechan que su objetivo era la venta de estos fármacos.
El consumo de este tipo de tranquilizantes se ha incrementado tras el confinamiento ya que los traficantes elaboran 'Karkubi', importado de los barrios pobres de Marruecos, que es una mezcla de estos medicamentos con hachís, según las mismas fuentes.