El ruido y la contaminación en el barrio de Campamento llegan al Defensor del Pueblo
Convocan una nueva manifestación el 12 de mayo que se iniciará en la calle Carretera de Boadilla del Monte.
Recuerdan al alcalde que hay una ordenanza y un reglamento de Tráfico que es de obligado cumplimiento
REDACCIÓN
El movimiento vecinal de Campamento denuncia "la inacción del Ayuntamiento de Madrid, que en dos años no ha hecho nada para mitigar el problema" del ruido, la contaminación y el exceso de velocidad.
Señalan en especial el caso de la calle Carretera de Boadilla del Monte, vía por la que atraviesa este barrio en el distrito Latina, y que utilizan a diario miles de automovilistas procedentes del oeste y el suroeste de la región.
"Esta calle de un único sentido soporta el tránsito diario de 30.000 vehículos, muchos de los cuales incumplen el límite de 30 km/h, generando afecciones para la salud y el bienestar de los vecinos y vecinas", afirman los residentes de esta zona.
Recuerdan que el concejal de Movilidad, Borja Carabante, se comprometió en octubre de 2021 a colocar señales verticales con esta limitación, "pero ni siquiera algo tan pequeño y elemental se ha realizado".
A menos de 15 metros de la carretera de Boadilla se encuentra el Colegio Hermanos Pinzón y el Centro de Mayores de Campamento. La vecindad de Campamento, reclama desde hace más de dos años que los conductores cumplan la ley a su paso por la zona.
La Ordenanza de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de Madrid y desde hace unos meses el Reglamento General de Circulación, establece el límite máximo de velocidad de 30 km/h cuando transitan por vías urbanas de un único carril por sentido.
Ese es el caso de la calle Carretera de Boadilla. "La reducción de velocidad ayudaría a reducir los elevados niveles de ruido y contaminación atmosférica que sufren a diario los vecinos y vecinas, además de mejorar la seguridad vial", aseguran desde la asociación vecinal de Campamento.
Pero, después de cinco reuniones de la asociación vecinal del barrio con responsables del Área de Movilidad y Medio Ambiente del Consistorio, la presentación por registro de cuatro escritos con demandas y propuestas, y una manifestación de protesta, todo sigue igual.
Por ello, cansada de esperar una actuación que nunca llega, la Asociación de Vecinos de Campamento ha presentado esta mañana una petición al Defensor del Pueblo en la que solicita su intervención “para que la normativa en cuanto a los límites de velocidad y ruido se cumpla en la carretera de Boadilla del Monte”.
En definitiva, para que el Ayuntamiento que dirige José Luis Martínez-Almeida haga cumplir la legislación. En el documento que ha registrado en la Oficina del Defensor, Ángel Gabilondo, la entidad aporta cifras que dan fe del grave problema de tráfico que padece Campamento.
El barrio está rodeado de tres vías, el Paseo de Extremadura (120.000 vehículos al día), la carretera Carabanchel-Aravaca (45.000 vehículos) y la carretera de Boadilla del Monte (30.000 vehículos), “lo que supone más de 200.000 vehículos diarios”.
“Muy pocos coches respetan el límite de 30 km/h, lo normal es que circulen a 40 km/h, 50 km/h e incluso al doble de velocidad, incluso por la noche, lo que provoca molestias enormes”, indica Andrés Piñeiro, presidente de la Asociación de Vecinos de Campamento.
“No aguantamos más, y ya nos hemos cansado de que el Ayuntamiento no atienda nunca nuestras peticiones, que son lógicas y muy sencillas de ejecutar. En octubre, el delegado del Área de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, se comprometió en una reunión a instalar en la carretera de Boadilla señales verticales de prohibido circular a más de 30 km/h, pero ni siquiera eso se ha llevado a cabo”, se queja el representante vecinal.
Semáforos 'a la carrera'
En ese encuentro también participó el responsable de Urbanismo de la FRAVM, entidad que siempre ha apoyado a la entidad barrial.
En su escrito, la asociación incluye otras propuestas que ha trasladado al Consistorio con el fin de mitigar el ruido y la contaminación y mejorar la seguridad vial en la carretera de Boadilla: la “instalación de pasos peatonales sobreelevados en todos los pasos de peatones”, el “asfaltado insonoro de la calle” y una “nueva regulación semafórica dando mayor tiempo de paso a los ciudadanos y algo menos a los vehículos”.
Piñeiro indica que los peatones solo disponen de 17 segundos para atravesar la calle mientras los vehículos tienen 1 minuto y 25 segundos.