En verano los agentes forestales de Madrid no paran
Recuperación de animales en apuros, vigilancia de los montes y bosques, investigación de incendios, balizamiento de zonas restringidas
REDACCIÓN
La mayor parte de los más de 8.000 kilómetros cuadrados de la Comunidad de Madrid son terreno forestal. No es una región grande, pero en su interior hay un parque nacional, varios parques regionales, dos reservas de la Biosfera, reservas naturales fluviales y otras zonas protegidas.
Es un patrimonio natural impresionante que rinde unos beneficios económicos, sociales y saludables de incalculable valor. Y en verano muchos de estos lugares sensibles son también lugar de esparcimiento, de visita y ocio de miles de madrileños y de personas de otras comunidades.
Es la estival una época complicada en la que hacer compatible el disfrute de la Naturaleza y su protección y conservación no es a veces fácil. Lo saben bien los miembros del Cuerpo de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid.
Su actividad, si tomamos por ejemplo la última semana, es un no parar. Los encontramos haciendo balizamientos por la presencia de especies protegidas o para advertir de un peligro o por que los propios funcionarios están realizando labores de investigación.
También se han topado estos días con antiguos pozos o captaciones de agua abandonadas en el campo. En Zarzalejo recientemente una cabra cayó a uno de estos pozos. Los funcionarios colocaron una malla de protección, señalizaron el lugar y dieron aviso al dueño para que lo tapara.
Y las actuaciones no sólo se centran en el medio rural. En Alcobendas este lunes rescataron dos pequeños pollos de autillo en un polideportivo. Las aves fueron llevadas posteriormente al Centro Regional de Recuperación de Animales Silvestres para su recuperación.
Los autillos son aves migratorias, así que no es de extrañar que también los agentes tengan entre sus tareas de estos días la inspección de tendidos eléctricos aéreos. Desgraciadamente muchos ejemplares chocan o resultan electrocutados.
➤ Los tendidos eléctricos suponen un importante riesgo de electrocución para las aves.
— 112 Comunidad de Madrid (@112cmadrid) July 26, 2023
Junto a esta actividad de vigilancia, supervisión y llegado el caso sanción, los agentes forestales cumplen otro cometido muy importante. Sensibilizar y dar consejo a la población para que sea responsable cuando esté en el medio natural.
No aparcar fuera de las zonas habilitadas para no bloquear el paso de los servicios de emergencia, no bañarse en determinados lugares, no ir pegando gritos por el campo porque a veces eso afecta a la reproducción de las especies o no abandonar basuras y desperdicios en el campo son algunas de las recomendaciones.
Y es que algunos residuos pueden llegar a ser iniciadores de un incendio forestal. En otros casos los vertidos, más que restos de una merienda, son auténticos depósitos realizados por desaprensivos. También los agentes se aplican en el seguimiento de este tipo de comportamientos negligentes. Las multas, recuerdan, pueden llegar a los 100.000 euros.
Hablábamos de incendios forestales y aquí la implicación de los agentes es total. Son grandes conocedores del terreno en el que tienen que actuar los servicios de extinción y una vez atajado el fuego se encargan de la investigación de las causas.
Y de nuevo prefieren advertir a lamentar el daño a la Naturaleza y las consecuencias para los autores. Quemar el monte puede llegar a suponer penas de prisión de hasta 20 años.
— 112 Comunidad de Madrid (@112cmadrid) July 25, 2023
Pero también hay algún momento especial en el que se celebra el resultado de un trabajo bien hecho. Este mismo viernes, agentes forestales han devuelto a la Naturaleza un ejemplar de águila calzada. El ave fue recogida hace dos semanas de un pilón en Guadalix de la Sierra y en este mismo sitio ha vuelto a alzar el vuelo tras su completa recuperación.