La Fiscalía traslada al juzgado la denuncia por vertidos de aguas fecales al arroyo de Valdebebas
Los ecologistas califican de "cloaca a cielo abierto" este tramo del río Jarama
Advierten de la responsabilidad en la que incurrirían cargos públicos que teniendo conocimiento no lo han denunciado
Foto: REDACCIÓN |Vídeo: Telemadrid
EUROPA PRESS
La Fiscalía de Madrid ha decidido trasladar al juzgado las denuncias e informes sobre los vertidos de aguas fecales y residuos sólidos en el arroyo de Valdebebas, en la zona norte madrileña.
Estos vertidos se suman a los de otros focos en Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, Paracuellos de Jarama o San Fernando de Henares para convertir el río Jarama en "un permanente desagüe regional".
La Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA), Ecologistas del Jarama 'El Soto', Ecologistas en Acción, Grupo de Acción para el Medio Ambiente, Jarama Vivo y la Plataforma Ríos Limpios han afirmado en un comunicado conjunto que el traslado de diligencias y el informe del Seprona por parte de la Fiscalía se produce no sólo por un presunto delito contra el medio ambiente sino también "por la responsabilidad en la que incurren los funcionarios y cargos públicos, que teniendo conocimiento de la situación no han presentado denuncia".
Las organizaciones ecologistas han señalado además que ninguna Administración ha intervenido, a pesar de que están presentando denuncias desde el año 2012 y que se están vulnerando varias normas de protección y conservación de los espacios protegidos madrileños.
Tanques de tormentas
En este comunicado, los ecologistas han explicado que las aguas fecales y residuos sólidos, como toallitas, plásticos o compresas, van a parar al río Jarama, en un tramo fluvial de la Red Natura 2000.
Estas aguas sin tratar proceden del arroyo de Valdebebas, del arroyo de La Vega en Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, de una docena de colectores en Coslada y San Fernando y de otra veintena de focos de vertidos en la zona de Paracuellos-San Fernando.
El río Jarama, denuncian estas organizaciones, se convierte varias veces al año en "una cloaca a cielo abierto, con un rastro de malos olores, toallitas colgando de los árboles y formando el sustrato principal de sus orillas".
Su propuesta principal para solucionar estos problemas medioambientales pasa por construir tanques de tormentas que retengan estos vertidos, unas infraestructuras que ya se utilizan en el río Manzanares a su paso por Madrid capital.