El Ayuntamiento de Getafe ha puesto en marcha un dispositivo de limpieza para eliminar de la ciudad las plantas de estramonio, de las que ya ha retirado trescientas, después de que dos jóvenes falleciesen y otro resultase grave tras tomar supuestamente una bebida hecha con esta sustancia. La eliminación de este vegetal ha comenzado en el céntrico barrio de El Greco y se extenderá por todo el municipio, incluido el barrio de Perales del Río, donde se ubica la casa abandonada en la que tuvo lugar la fiesta "rave" en la que ocurrió el suceso, conocida como "El Monasterio de la Aldehuela".
Fuentes municipales han informado de que hoy mismo se ha puesto en marcha un dispositivo especial de limpieza que ha permitido retirar hasta primera hora de la tarde trescientos ejemplares de estramonio, una planta altamente tóxica con efectos alucinógenos. El dispositivo continuará durante los próximos días, con la intención de exterminar todos los ejemplares de estramonio que hay en la localidad, según las mismas fuentes.
Se trata de una planta bastante común, familia de las solanáceas (como la patata o el tomate), pero muy venenosa, ya que la ingesta de pequeñas dosis puede generar estados alterados de conciencia y alucinaciones, y si se consumen más de 40 ó 60 gramos puede provocar la muerte.
Los dos jóvenes de 18 años -Alberto O.G. y Pablo E.L.- fueron encontrados muertos en las inmediaciones de esa casa el domingo por la tarde, después de que hubieran asistido a la fiesta ilegal con unos amigos, en la que un hombre les ofreció un líquido que producía efectos similares a los de las setas alucinógenas, según han declarado varios de estos allegados.
Otro joven, Álvaro L.G., de 20 años, fue trasladado en estado grave al hospital de Getafe, donde permanece ingresado aunque ayer abandonó la UCI. Tanto las dos víctimas mortales como el afectado grave dieron positivo a esta sustancia en los análisis que se les practicaron posteriormente, que revelaron que también habían consumido alcohol.
El alcalde de Getafe, Juan Soler, ha anunciado que el Consistorio está estudiando la posible demolición del edificio o llegar a un acuerdo con el propietario para acabar con su estado ruinoso y evitar fiestas "rave".Este fin de semana se extremará la vigilancia en la zona en la que ocurrió el suceso con el objetivo de que no se celebre ninguna fiesta, han avanzado fuentes municipales.