La Comunidad ha logrado en la última década 12.200 inserciones laborales de personas en riesgo de exclusión gracias a sus proyectos de inclusión social. El Gobierno regional ha destinado en este periodo 53.358.456 euros para realizar 1.307 proyectos en los que han participado 66.216 personas en riego de exclusión social. El Presidente regional, Ignacio González, acompañado por el consejero de Asuntos Sociales, Jesús Fermosel, ha visitado esta mañana la Escuela "Peluquería Nova" en Fuenlabrada, donde ha podido comprobar el funcionamiento del taller de peluquería desarrollado por la Asociación Clan Caló y la Consejería de Asuntos Sociales, en el que se han formado 20 mujeres de etnia gitana para promover su integración sociolaboral.
Este taller de peluquería es uno de los 115 proyectos de Inserción Socio Laboral para personas que se encuentran en situación o riesgo de exclusión social, incluido en el Programa Operativo de la Comunidad, que la Consejería de Asuntos Sociales lleva a cabo a través del Fondo Social Europeo, y que cuenta con un presupuesto de 4,1 millones de euros para el 2013.
La Comunidad prevé para este año la participación de más de 7.000 personas en estos proyectos de inserción socio-laboral y espera lograr unas 900 inserciones laborales.
Estos proyectos están desarrollados por entidades de iniciativa social que conocen las necesidades, características y posibilidades de estas personas. Los destinatarios son personas en situación de exclusión con bajo nivel de empleabilidad, jóvenes en situación de vulnerabilidad social, población gitana, población reclusa y ex reclusa y personas con discapacidad.
100 HORAS DE FORMACIÓN
El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, se ha puesto hoy en manos de diez alumnas de etnia gitana de un taller de peluquería de Fuenlabrada, dentro de un proyecto de inclusión laboral de la Consejería de Asuntos Sociales, y se ha dejado incluso pintar una flor en una uña.
La Escuela "Peluquería Nova" ha formado a 20 mujeres de etnia gitana durante 100 horas, entre clases teóricas y prácticas, para aprender el oficio y las técnicas de peluquería, desde el corte y el peinado hasta la aplicación de tintes, mechas o extensiones. Además, durante el curso también han aprendido herramientas informáticas para realizar búsquedas activas de empleo.
Estas alumnas recibirán un título que acredite los conocimientos adquiridos en peluquería para que puedan acceder a un puesto de trabajo dentro de este sector.
Las diez jóvenes que forman parte de este proyecto, de entre 24 y 16 años, se confesaban "nerviosas e ilusionadas" desde que la semana pasada conocieron la visita a su peluquería del presidente regional.
La mayoría del grupo comparte un deseo, pedirle a Ignacio González que extienda la duración de este curso, que ha tenido "solo" un mes y se ha hecho "corto". Una de ellas es Libertad, que acaba de poner la mascarilla a una clienta y asegura que le va a decir al presidente "a ver si puede alargar el curso". "Estamos aprendiendo mucho, pero me quedo con la cosa de querer saber más. Todas tenemos ganas de que el curso sea más largo. Y se lo voy a pedir. En público o en privado, pero se lo voy a pedir", afirma convencida.
Otra de las alumnas, Rosa, expresa que van a peinar a Ignacio González "para que se vaya muy guapo y contento" y para que compruebe que son "buenas peluqueras".
Encontramos haciendo las uñas a Laura, que explica que cuando acaben el curso buscarán unas prácticas en una peluquería y luego esperan encontrar trabajo. "Porque por ser gitanas no deberían rechazarnos. Somos personas igual que cualquiera", reflexiona.
Ángela es la presidenta de la asociación Clan Caló, organizadora de este curso con la colaboración de la Comunidad de Madrid, y como todas sus alumnas, espera que Ignacio González pueda ayudarles a prolongar el curso y asevera que le van a pedir que les "eche una mano" y les apoye "a tirar del carro".
"Lo ideal sería conseguir un trabajo a las niñas. Ellas se lo merecen las pobres porque se están esforzando. Más como somos la gente de etnia gitana, con la familia, y nos estamos preparando e intentando salir adelante. Pero que luego salgas a buscar trabajo y te cierren las puertas... eso es lo más duro", dice con los ojos empañados.
Y aparece el presidente; la oportunidad de transmitirle todo lo que llevan una semana ensayando ya ha llegado; González se muestra simpático y dialogante, y cuando llega a la mesa de Laura, le pide que le pinte una uña. "Muy nerviosa me he puesto. No es lo mismo pintarle las uñas a cualquier otro cliente que a Ignacio, tío", explica alterada. Y añade: "Yo pensaba que no se iba a dejar, pero sí se ha dejado, sí. Le he pintado una flor, como la mía. Y ha quedado bien. Demasiado bien para lo nerviosa que estaba. Y le ha gustado", apostilla con orgullo.
El presidente de la Comunidad de Madrid no se deja hacer tanto con el pelo; "córtame si acaso un mechón", dice a la peluquera mientras se señala el vello de la nuca; y una vez superada la fase de belleza de la visita, pasa a explicar el fin social de este tipo de programas.
"El objetivo es insertar laboralmente a personas en riesgo de exclusión, que no tienen otra manera de enfocar su vida laboral y a través de asociaciones como Clan Caló y con estos programas pueden lograr una titulación que les permita ganarse la vida muy dignamente", argumenta.