El Encuentro Internacional Álvaro del Portillo reúne hoy en Madrid a responsables de 40 iniciativas solidarias inspiradas por el sacerdote español, "el hombre de la sonrisa africana", en un acto de homenaje previo a la ceremonia de su beatificación, que tendrá lugar este sábado.
"Don Álvaro tenía una sonrisa africana, porque en África existe una alegría especial y don Álvaro, con su sonrisa, nos atraía a todos", ha explicado el portavoz de la beatificación, Eugene Ohu, en una rueda de prensa en la que se han dado a conocer algunas de las iniciativas solidarias inspiradas en el sucesor de san Josemaría Escrivá de Balaguer al frente del Opus Dei.
Se trata de 40 iniciativas contra la pobreza en distintos países del mundo como Guatemala, Kenia, Nigeria o EEUU que han sido presentadas por sus impulsores, algunos de los cuales han tenido que hacer un "importante esfuerzo" para pagarse su viaje a España de cara a la beatificación del sacerdote español.
Una de esas iniciativas es el Centro Educativo Kinal, que nació junto al basurero municipal de Guatemala y que atiende a 1.500 jóvenes, la mayoría de ellos procedentes de familias con escasos recursos.
"El centro tiene unas instalaciones que cualquier colegio muy bueno envidiaría, pero la diferencia es que está destinado a niños cuyas familias no podrían pagarlo", ha explicado el responsable del centro, Edgar Umaña, que ha explicado que esta iniciativa nació de la mano de del Portillo hace 27 años.
Esta escuela es "un oasis" en ese barrio de Guatemala y gracias a él muchos jóvenes han conseguido finalizar sus carreras universitarias y encontrar un trabajo.
Todos los alumnos están becados y aportan una pequeña cantidad económica al fondo de becas de acuerdo a las posibilidades económicas de la familia para que valoren su estancia en el centro y puedan exigir una buena educación.
Del Portillo inspiró también, en 1978, la creación del Centro Rosadale en el barrio del Bronx de Nueva York, una iniciativa de profesionales y madres del barrio que busca sacar a las niñas del ambiente de pobreza, violencia y delincuencia en el que viven y les ayuda a aprender un oficio.
"Es un centro en el que ayudamos a las jóvenes a encontrar y desarrollar las aptitudes que ellas mismas no sabían que tenían", ha explicado Angela Reckart, trabajadora del Rosadale, quien ha destacado que muchas de esas chicas recuperan así su autoestima.
Desde Kenia, Frankie Gikandi ha recordado la visita del sacerdote español a este país en 1989 y su empeño por mejorar las condiciones de vida de las mujeres que trabajan en las plantaciones de te, durante 12 horas seguidas al día y sin injerir alimentos.
Kimlea es una institución de mujeres y madres que atienden a las trabajadoras de las plantaciones y les enseñan cursos de hostelería que les permitan ganar más dinero trabajando en mejores condiciones.
En ese mismo año, del Portillo visitó también Nigeria y gracias a él empezó a funcionar el hospital que lleva Ito Diejomach y que ahora cuenta con 20 médicos y atiende 40.000 consultas al año de manera gratuita.
"Nuestro objetivo es mejorar la atención materno-infantil porque la tasa de mortalidad en recién nacidos es la segunda mas alta del mundo y queremos aportar nuestra ayuda para hacer descender estas cifras", ha subrayado.