El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha dado luz verde a la actualización de las tarifas del agua del Canal de Isabel II, por primera vez en diez años, que suben de manera progresiva entre un 8 y un 16% dependiendo del consumo, con el objetivo de fomentar un uso más eficiente y el ahorro de este recurso.
Pese a esta actualización, que entrará en vigor el próximo 1 de junio, la mayoría de los usuarios domésticos mantendrán sus actuales recibos sin cambios en sus facturas (el 71 % del total), ya que las modificaciones afectan únicamente a consumos por encima de los 20 metros cúbicos bimestrales de agua, creando una nueva tarifa para aquellos usuarios de una vivienda tipo y que sobrepasan un consumo al día muy elevado, superior a los 400 litros de agua diarios por persona.
Estos usuarios serían considerados como grandes consumidores por el riego de jardines o piscinas, así como parques públicos.
Por otro lado, se mantiene la congelación de las tarifas en los usos comerciales e industriales de la región, y a nivel social, se adecúan "a las situaciones y necesidades particulares de los ciudadanos", según ha subrayado en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno el portavoz del Ejecutivo autonómico, Miguel Ángel García, que ha precisado que más de 266.000 personas se benefician de las tarifas sociales con cuatro tipos de bonificación: por familia y vivienda numerosa, exención social (en situaciones de necesidad), pensión de viudedad y ocupación ilegal de viviendas.
García Martín ha explicado que la aprobación de este decreto por el que se aprueban las tarifas máximas de los servicios de abastecimiento, saneamiento y reutilización del agua de Canal de Isabel II, que llevaban diez años congeladas, pretende fomentar un consumo más eficiente y que los ciudadanos que hagan ese mayor consumo "tomen conciencia de este recurso natural".
La tarifa del agua tiene una parte fija y otra que varía en función del consumo, además de que es diferente según el uso contratado: doméstico, industrial o comercial. Esta parte variable es progresiva, por lo que a medida que el consumo aumenta, lo hace también el precio del metro cúbico de agua.
Esta actualización únicamente afecta en la parte variable a aquellos consumos domésticos que sean "elevados", ha recalcado García Martín.
Así, el decreto de actualización determina unos nuevos puntos de corte de los tres bloques o tramos de consumo al bimestre, y crea un cuarto. El primer bloque se sitúa entre los 0 y los 20 metros cúbicos; el segundo bloque pasa a comprender los consumos de entre 20 y 40 metros cúbicos, y por encima de esto y hasta los 60 se situaría el tercero.
Los usuarios que sobrepasen los 60 metros cúbicos de consumo bimestral, lo que supondría consumir más de 400 litros por habitante y día, para una media de 2,5 habitantes por vivienda, se crea un nuevo bloque con el objeto de ahondar en las medidas de fomento del uso racional del agua entre los usuarios con consumos más elevados, especialmente en lo que se refiere "a riegos".
En concreto, afectaría a usuarios con consumos destinados fundamentalmente a riegos con agua potable, mientras la tarifa se actualiza para ser más progresiva y contribuir a la eficiencia y al ahorro de agua, incentivando la reducción del consumo.
Por ello, se incrementará el importe de la parte variable de la tarifa de todos los bloques, excepto del primero, del que consumen todos los usuarios y que, además, es el más económico.
De este modo, el precio del metro cúbico consumido en el bloque 1 queda congelado, el 2 crece un 8% y el 3 en un 16%, mientras que el nuevo bloque 4, que pagarán únicamente los usuarios con consumos muy elevados, será un 15% más caro que el bloque 3.
La cuota fija, por su parte, se mantiene congelada en todas las tarifas, al igual que la parte variable de las tarifas de uso comercial e industrial, que se mantienen congeladas por undécimo año consecutivo.
Para reducir el consumo en riegos, la Comunidad de Madrid aconseja "adaptar los jardines con especies resistentes a la escasez de precipitaciones supondría un elevado ahorro en la factura", e incentiva a los ayuntamientos a utilizar el riego de agua regenerada en sus zonas verdes.