El Grupo VI de Homicidios de la Policía Nacional de Madrid ha descartado ya como hipótesis que el asesinato del lunes de Natalia S.S. en una calle de Puente de Vallecas se deba a una riña entre su hijo y un cuñado de este ocurrida a principios de Navidad en el Ruedo de Moratalaz y se centra en las relaciones de la propia víctima.
Los investigadores creen que fue otro clan rival el que acabó con la vida de Natalia por asuntos anteriores a dicha riña. De hecho, apuntan a que la ejecución está relacionada con un aviso que los asesinos le dieron el 7 de diciembre cuando tirotearon sin heridos la casa de un familiar de Natalia situada al lado de la escena del crimen del lunes.
Fueron los testimonios del entorno de la víctima los que llevaron primeramente a los agentes a investigar la riña que mantuvieron a principios de Navidad la fallecida y su hijo adolescente con su cuñado, perteneciente a un clan asentado en Alcalá de Henares, que acabaron peleándose.
La tensión fue aumentado en intensidad a raíz de un vídeo en directo emitido en una conocida red social, en el que se acabaron jurándose venganza.
Pero fuentes policiales aseguran que este tipo de asesinato con tantos disparos a quemarropa de una mujer por solo este asunto no es habitual entre clanes.
Y que solo atacan a la persona con la que han tenido un problema importante, no a sus familiares. Además, el asesinato estaba muy planificado.
Por ello, los agentes están tirando del hilo de los vínculos delincuenciales de la víctima, que acumulaba 13 antecedentes policiales por riñas, delitos contra la propiedad, contra la salud pública (drogas) y contra la seguridad vial.
Intentan desentrañar si había hecho cargo de los turbios negocios de su marido, el 'Pipi', encarcelado por numerosos robos; o de su sobrino, el conocido alunicero 'El Gordo' Maya, también en prisión por intento de asesinato, pero que acumula un amplio historial delictivo, entre ello el robo y tortura a miembros de bandas de narcotraficantes.
Los agentes de la Policía Científica siguen examinando la furgoneta, los ocho casquillos encontrados y hablando con testigos, dentro del hermetismo que rodea a estos clanes, para confirmar pistas e hipótesis.
Entre estos interrogatorios está la persona con la que estaba hablando la víctima en el momento en el que fue tiroteada. Aún no han examinado las cámaras de seguridad de la zona.