Los trabajos de remodelación de la Puerta de Alcalá se han culminado este lunes con la retirada del último andamio tras casi un año de intervenciones en diferentes lugares estratégicos del monumento, que a partir de ahora será revisado periódicamente para realizar pequeñas labores de mantenimiento.
Así lo ha anunciado esta mañana la delegada de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, Marta Rivera de la Cruz, en una rueda de prensa en el Palacio de Cibeles en la que ha estado acompañada de la jefa de Servicio de Restauración y Patrimonio Histórico de la Dirección General de Patrimonio, Cultural, Blanca Mora, y diferentes cargos implicados en la obra.
La intervención, que comenzó en febrero de este mismo año, contemplaba la consolidación estructural de los grupos escultóricos, la sustitución del plomo de la cubierta y el tratamiento de la piedra en todas las fachadas del documento.
El resultado ha sido satisfactorio, ha destacado la delegada de Cultura, que ha recordado en declaraciones a la prensa posteriores que hacia final de semana se colocará el tradicional Belén navideño.
“Esperamos que haya Puerta de Alcalá para rato, pero se ha preparado un programa de intervenciones más constantes, de una vigilancia más constante, para evitar que haya que hacer trabajos tan complicados como los que se han hecho”, ha comentado.
Rivera ha explicado que el monumento está expuesto al tráfico y también a todas las semillas que se expulsan desde el parque de El Retiro, una situación que no se puede remediar “de ninguna manera” y que también afecta a la conservación de la puerta.
La delegada ha avanzado que tras el “aprendizaje” extraído de esta obra, el Ayuntamiento de Madrid va a poder replicar la forma de conservar la obra en otros símbolos de la capital, como la Puerta de Toledo.
Tras determinar cuáles eran los daños que adolecía el monumento a partir de estudios previos, el Ayuntamiento de Madrid creó un equipo interdisciplinar especializado en el tratamiento de materiales pétreos, formado por más de 150 profesionales, que llegaron a un consenso sobre el estado de conservación y los criterios y metodologías más adecuados para apuntalar la obra.
La Dirección General de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de Madrid contó así con la colaboración del Instituto de Patrimonio Cultural de España, dependiente del Ministerio de Cultura, que en anteriores ocasiones ha dirigido otros proyectos similares como las intervenciones de las catedrales de Sevilla y Sigüenza o el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela