La huella del crimen en Madrid, algunos asesinatos famosos

  • Casos que estremecieron a los habitantes de la capital a lo largo del siglo XX
El callejón del Infierno, en la Plaza Mayor
El callejón del Infierno, en la Plaza Mayor |TELEMADRID

Luces y sombras. La historia de Madrid está llena de momentos gloriosos, incluso heróicos, pero también otros en los que la crónica negra se impone en la realidad cotidiana.

Un callejón, una vivienda abandonada, un sótano o un vagón de tren. Lugares en los que personas pierden la vida, por codicia, por celos, por enajenación o simple maldad.

Algunos de los crímenes ocurridos en Madrid a los largo del siglo XX siguen siendo caso de estudio criminalístico. Hechos deplorables en los que víctimas y verdugos se conocían o no, pero en los que el resultado fue siempre el mismo: la muerte.

EL EXPRESO DE ANDALUCÍA

Se trató de uno de los crímenes más atroces que no debería haber acabado de esa manera. El tren-correo Expreso de Andalucía partió de la Estación de Atocha de Madrid el 11 de abril de 1924. En el vagón estafeta va la correspondencia y, suponen los ladrones, dinero y joyas.

A la altura de Aranjuez tres personas piden viajar en el vagón postal como polizones hasta el Sur. Los empleados de correos no sospechan, uno de los polizones es un viejo camarada ferroviario. Tras acceder al vagón se descorchan botellas vino que contienen somníferos. El plan es dejar fuera de combate a los empleados del expreso y desvalijar las cajas.

Una visita al Madrid abandonado
Una visita al Madrid abandonado
Una visita al Madrid abandonado

Una visita al Madrid abandonado

Pero los narcóticos no funcionan bien y comienza un forcejeo que acaba con el asesinato de los dos trabajadores. Uno fallece tras recibir varios golpes en la cabeza con una herramienta. El otro, de varios disparos tras resistirse con furia.

El suelo lleno de sangre y dos cadáveres en un rincón. El panorama pone nerviosos a los criminales que arramblan con lo que pueden y abandonan los envíos más valiosos para ponerse a salvo. En la estación de Córdoba se descubrirá el atroz suceso.

Lo que no saben los asesinos es que algunos de los billetes que han robado están marcados. Perforados en una esquina. Esto, unido al testimonio de un taxista y un churrero permitió identificar al cerebro del asalto y seguir la pista hasta su casa de la calle Toledo. Ante el acoso de los agentes, este se suicidó. Los otros dos compinches fueron condenados a muerte y ajusticiados.

Cartel de la película homónima / IMBD
Cartel de la película homónima |IMBD

Sólo se salvó del garrote vil el cuarto integrante, el que alquiló el taxi para ir a Aranjuez y seguir el recorrido del tren correo hasta poder recoger a sus compañeros de fechoría.

LA ASESINA DE LA CALLE FUENCARRAL

Esta es la historia de cómo una plancha acaba en el cráneo de un hombre. Naturalmente esto le provocó la muerte y el caso es que el arma, inofensiva en manos de cualquier persona, se convirtió en objeto fatal en manos de la fornida criada de un señor acomodado del Madrid de 1902.

Es el relato de un triángulo que acaba mal. El muerto había contratado a la criada y a una cocinera amiga de esta, pero al despedir a la cocinera la relación se tuerce. Es la criada la que ejecuta el plan para quedarse con la fortuna del hombre. Le golpea con la plancha y eso hubiera bastado, pero para asegurarse también lo estrangula. Luego, huye a Cataluña donde es detenida.

Misterio y fenómenos extraños en lugares abandonados de Madrid
Misterio y fenómenos extraños en lugares abandonados de Madrid
Misterio y fenómenos extraños en lugares abandonados de Madrid

Misterio y fenómenos extraños en lugares abandonados de Madrid

Ella lo niega todo ante la policía, pero al mostrarle la plancha con restos de sangre y del cuero cabelludo de su amo, acaba por confesarlo todo. Es sentenciada a garrote vil, pero la pena es conmutada por una pena de prisión. Escapó de la cárcel, volvió al penal y finalmente, en 1937 es puesta en libertad.

Cecilia, la asesina de la calle de Fuencarral / TELEMADRID
Cecilia, la asesina de la calle de Fuencarral |TELEMADRID

RICARDITO 'EL DESCUATIZADOR'

Este caso tiene un recorrido inverso al anterior. Empieza en Cataluña y acaba en Madrid. De nuevo como protagonistas tenemos un hombre acaudalado y su sirviente. El señor se llamaba Pablo Casado y su criado Ricardito.

Los negocios de don Pablo no marchan bien en un momento dado y decide despedir a Ricardito. Este, en un momento de ofuscación ataca a su amo con....una plancha. Sí, otra vez el arma homicida es este artículo para no dejar arrugas pero que dejó la cara de la víctima casi irreconocible.

Una vez perpetrado el crimen, Ricardito decide descuartizar el cuerpo del finado, lo mete en una caja de madera y lo factura con destino a Madrid. Llega a la estación de Atocha y allí se quedan la caja y el muerto despiezado, almacenada durante días y días.

Se busca un egipcio desaparecido en el Parque de El Retiro
Se busca un egipcio desaparecido en el Parque de El Retiro
Se busca un egipcio desaparecido en el Parque de El Retiro

Se busca un egipcio desaparecido en el Parque de El Retiro

Un empleado de la estación, al percibir un fuerte olor, decide abrir la caja. Allí entre materiales secantes aparecen miembros y vísceras, pero no la cabeza. Gracias a un conocido de don Pablo se consigue finalmente identificar los restos. La clave: don Pablo sólo tenía un testículo y esto resultó determinante.

La policía ató cabos y dio con Ricardito, pero no les cuadraba que un tipo flacucho fuese capaz de haber descuartizado a un hombretón, cargado con su peso y el de la enorme caja. Ricardito, para sorpresa de los agentes y herido en su pundonor, cargó sobre sus espaldas la caja y los restos que le habían mostrado en comisaría.

Ricardito junto a agentes barceloneses / BNE
Ricardito junto a agentes barceloneses |BNE

El resto fue una declaración en toda regla. La cabeza acabó en el mar y el cuerpo fue serrado con esmero. ¿Y el móvil?. No fue el dinero, ni el despido, sino más bien la supuesta relación amorosa que mantenían Pablo y Ricardo que acabó mal para ambos.

EL VAGABUNDO ASESINO

Francisco García Escalero, apodado 'el matamendigos', fue considerado durante mucho tiempo el mayor asesino en serie de España. Un individuo aquejado de una enfermedad mental, necrófilo y caníbal.

En su cuenta, 11 asesinatos, robos y violaciones. Su agresividad fue en aumento con el paso de los años, no dudando en acuchillar, machacar cráneos, decapitar, extraer las vísceras y comer alguna, quemar los cuerpos...mejor no seguir.

Francisco García Escalero / PSICOACTIVA
Francisco García Escalero |PSICOACTIVA

Enlaza una serie de asesinatos que desconciertan a la policía, muchos de ellos cometidos sobre personas sin hogar. Transcurre el tiempo y no se resuelven estos casos hasta que, tras la fuga de un psiquiátrico de Francisco en compañía de un amigo este acaba también asesinado y quemado.

Seguir El Rastro para conocer Madrid
Seguir El Rastro para conocer Madrid
Seguir El Rastro para conocer Madrid

Seguir El Rastro para conocer Madrid

A partir de este momento, en pleno delirio, Francisco intenta suicidarse pero sólo consigue romperse una pierna. En el hospital confiesa todos sus actos y pide que le detengan para frenar su instinto homicida.

Tras ser juzgado en 1995 ingresa en prisión y allí su comportamiento cambia radicalmente, abandona la violencia y hasta se muestra amable. Su muerte, en 2014, en la cárcel, fue al parecer fruto de un accidente: se atragantó con el hueso de una ciruela que estaba comiendo.

JARABO

Es desde luego uno de los crímenes que permanece aún en la memoria de muchos madrileños. Hablamos de José María Pablo de la Cruz Jarabo Párez-Morris, un asesino con un nombre tal largo como casi su lista de atrocidades.

Asesinó en la capital a cuatro personas, una de ellas una mujer embarazada. Adicto a diversas sustancias, promiscuo, maltratador, estafador y finalmente asesino. Una pieza.

Ocurrió en los años 50. Las deudas llevan a Jarabo a matar al matrimonio propietario de una casa de empeños y a su empleada de hogar. A golpes de plancha o tiros a bocajarro acabó con ellos.

Madrid Misterioso: Extraños crímenes en Madrid 20.08.2021
Madrid Misterioso: Extraños crímenes en Madrid 20.08.2021
Madrid Misterioso: Extraños crímenes en Madrid 20.08.2021

Madrid Misterioso: Extraños crímenes en Madrid 20.08.2021

Posteriormente, de dos tiros en la nuca, acabó con la vida de otro de los propietarios de la casa de empeños, en el propio local comercial. A punto estuvo de acabar con la vida de una quinta persona que acudió a la tienda.

Los que acabaron con la carrera criminal de Jarabo fueron los empleados de la tintorería a la que el asesino llevó su chaqueta manchada de sangre. Cuando Jarabo regresó al tinte la policía ya lo estaba esperando para detenerlo.

Fue juzgado y sentenciado a garrote vil en la Cárcel de Carabanchel. El verdugo necesitó emplearse a fondo para matar a Jarabo. Veinte minutos de agonía según cuentan las crónicas que impactaron al propio director de la prisión.

PACO 'EL OREJAS'

No lejos de donde todo empezó en el caso Jarabo, la Calle Sainz de Baranda, ocurrió otro crimen sonado. El asesinato de los señores Gardner-López del Moral en enero de 1988.

La portera del edificio sospechó que algo pasaba en el domicilio de los a la postre muertos porque no sacaban la basura y tampoco se les veía entrar o salir. Y Benita, su sirvienta, tampoco daba señales de vida.

Tras penetrar en la vivienda, encontraron a Benita muerta cosida a puñaladas en el pasillo. A Gardner muerto en el sofá igualmente apuñalado ya su mujer desangrada de la misma manera en el comedor.

La crónica negra de Madrid en 2022
La crónica negra de Madrid en 2022
La crónica negra de Madrid en 2022

La crónica negra de Madrid en 2022

El móvil estaba claro: el robo. Pero la puerta no había sido forzada. Los investigadores sospecharon de una sobrina de Benita, Mari Ángeles, enganchada a las drogas. Tirando de ese hilo llegaron a una tienda en la que la muchacha había empeñado varias joyas y también cambiado dólares por pesetas.

Todo encajaba. Pero el crimen parecía haber sido perpetrado por dos personas. El novio de la chica, Paco 'El Orejas', también andaba metido en la droga y acabó participando en lo que en principio iba a ser una visita a Benita para pedirle dinero. El resto se puede imaginar, un baño de sangre.

A Mari Ángeles le cayeron cincuenta y un años de cárcel. A Paco, 44. No les sirvió de mucho alegar que el síndrome de abstinencia les había enajenado para cometer las atrocidades.

NOTA: Algunas de estas historias están extraídas de 'Crímenes, amores y recetas de cocina', de Fátima de la Fuente y Enrique Fernández, publicado por La Librería.