El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha asegurado que son "medio millar" de quejas las interpuestas por ciudadanos desde que se pusiera en marcha este sábado el nuevo contrato de recogida y transporte de residuos en la periferia.
En una visita realizada al colegio público Antonio Machado, situado en el distrito madrileño de Carabanchel, Lissavetzky ha afeado a la alcaldesa de la capital, Ana Botella, y al delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Diego Sanjuanbenito, el "incumplimiento de la letra y espíritu" del contrato.
El edil del PSOE ha expuesto que una de las quejas se refiere a la utilización "ilegal" de gasolina diésel en los camiones del servicio, en vez de emplear gas natural, la energía acordada en el contrato. "Si se hace un contrato con una empresa hay que cumplir estrictamente las condiciones", ha puntualizado.
"Nosotros, más allá de las sanciones y multas que puedan poner a una empresa u otra, lo que queremos es que funcione mejor", ha destacado el edil. También ha calificado de "terrible" la situación general de limpieza en la ciudad, en la que se puede comprobar la "poca periodicidad" de la recogida de los contenedores naranja y amarillo.
Lissavetzky ha vuelto ha reprochar la labor desempeñada por Ana Botella en estos meses de gobierno que le quedan y en los que "nadie toma decisiones". "Lo que tiene que hacer es no mirar para otro lado y no permitir una ilegalidad como la que ya hay", ha señalado.