Los vecinos y entidades afectados por las obras de la línea 7B de Metro en San Fernando de Henares reconocen "un cambio radical" en la actitud del nuevo consejero madrileño de Transportes, Jorge Rodrigo, con "una sintonía y atención" que consideran "radicalmente opuesta" a la de sus predecesores.
El Ayuntamiento, la Asociación de Afectados de Metro Presa-Alberti y la Plataforma de Afectados por Metro Línea 7B, que han mantenido encuentros con Rodrigo, señalan en una nota de prensa este lunes que "con toda la prudencia", creen que este consejero "ha tenido la sensibilidad y responsabilidad suficiente para sentarse a reflexionar y colaborar con las diversas entidades que estamos implicadas en la problemática de la línea 7B de Metro".
Según las entidades firmantes, las propuestas realizadas al consejero fueron acogidas con interés desde el primer momento, "por lo que podemos hablar de nuevos compromisos adquiridos".
Entre ellos se encuentra la mejora de la comunicación entre las partes a través de las Mesas Técnica y Social; así como la necesidad urgente de un plan de salud mental para las víctimas a cargo de la Comunidad de Madrid.
Y mencionan la urgencia de implementar un plan para los comerciantes que han perdido sus ingresos, cuando no sus negocios, "eternos olvidados en esta cuestión", en sus propios términos.
"La apertura de un nuevo camino para reconocer, tras quince largos años, a todas las viviendas afectadas que denominamos históricas olvidadas y el realojo, con todas las garantías de los vecinos y vecinas que han perdido sus viviendas y de aquellos otros que están sufriendo la ejecución de los trabajos que se están llevando a cabo", han sido otras de sus demandas.
Los afectados inciden en la necesidad de resolver los expedientes de responsabilidad patrimonial de forma rápida y justa.
"Este nuevo camino de diálogo y el nuevo talante que se abre paso, si seguimos caminando juntos por esta senda, nos aproxima a la solución definitiva de esta gravísima problemática, que no tiene precedentes en España", dice el texto.
En las diferentes reuniones, a través de un diálogo fluido, los afectados han podido trasladar la preocupación que sienten por sus vecinas y vecinos, "por las víctimas de una tragedia que jamás debió ocurrir, y también la urgencia en la búsqueda de soluciones" para todas aquellas personas que las necesiten.
"Ahora hay motivos para la esperanza, siempre y cuando las soluciones se vehiculen a través del diálogo social, de la honestidad y la franqueza de nuestros servidores públicos de la Comunidad de Madrid, únicos responsables de este problema", señalan en el comunicado.
"En definitiva, podemos hablar de un nuevo tiempo que requiere de gestos por parte de todos , para avanzar en el diálogo, de medidas concretas como garantía para evitar un conflicto social cuyo impacto ha rebasado las fronteras de nuestro país", dicen las tres entidades.
Los daños ocasionados por la geología del terreno en el que fue construida la línea 7b de Metro y la gran cantidad de agua subterránea debilitó su infraestructura y la de más de 600 viviendas, que debieron ser derruidas, así como locales comerciales y espacios y edificios públicos.