Los restos de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange, serán trasladados el próximo lunes desde su emplazamiento en la basílica del Valle de los Caídos al cementerio madrileño de San Isidro, después de que sus familiares solicitaran la exhumación y de acuerdo con la nueva Ley de Memoria Democrática.
Fuentes de Moncloa han confirmado a EFE esta operación, adelantada por Infovaticana.com, que se lleva a cabo después de que en 2019 se movieran, por decisión del Gobierno, los restos del dictador Francisco Franco del lugar destacado del templo donde estaban ubicados desde su fallecimiento en 1975 al cementerio de El Pardo-Mingorrubio.
Tras aquella exhumación solo quedaba pendiente la de Primo de Rivera, ya que la ley de Memoria Democrática obliga a reubicar los restos situados en un lugar "preeminente" de la basílica de la abadía benedictina, en un enclave rebautizado por la nueva ley como Valle de Cuelgamuros.
El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, lo ha anunciado este jueves en Barcelona asegurando que "es un paso más en la resignificación del Valle".
Los familiares solicitaron la salida de Primo de Rivera antes de que el valle --ahora llamado Cuelgamuros-- se convirtiera en cementerio civil con la entrada en vigor de la Ley de Memoria, que entró en vigor el pasado mes de octubre. De este modo querían cumplir la voluntad manifestada en su testamento.
"Deseo ser enterrado conforme al rito de la religión Católica, Apostólica, Romana, que profeso, en tierra bendita y bajo el amparo de la Santa Cruz", señala una de las cláusulas, según recogía el comunicado emitido por la familia.
Cabe señalar que Primo de Rivera, como víctima de la Guerra Civil, tiene derecho a permanecer inhumado en el Valle de los Caídos bajo los preceptos de la nueva ley. Dicha norma, impide sin embargo que la presencia de restos de dirigentes del golpe de Estado de 1936, la Guerra Civil y la dictadura franquista en lugares preeminentes de acceso público.