El pleno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado este martes, con el voto favorable de todos los grupos municipales, la concesión del título de Hijo Adoptivo de Madrid al escritor leonés Luis Mateo Díez, recientemente galardonado con el Premio Cervantes de las letras.
La delegada de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, Marta Rivera de la Cruz, ha asegurado que el otorgamiento de la distinción es “lo más satisfactorio” que ha hecho durante su etapa al frente del área, y ha trasladado que este galardón ha sido recibido por Díez como “una gran noticia”, ya que le ha hecho “especial ilusión”.
“Todos podemos recordar sus reinos imaginarios y también la excepción que hizo con esos 30 textos que se salen de su trayectoria literaria en la plaza Mayor”, ha dicho la delegada, en referencia a su obra “Balcón de piedra: visiones de la Plaza Mayor".
El nombramiento de Díez ha sido bien recibido por parte del resto de grupos municipales, que han alabado la vida del escritor, su arraigo en la capital y, “por supuesto”, su profusa obra, además de su trabajo como funcionario de la capital.
Luis Mateo Díez es miembro de la Real Academia Española (RAE) desde 2001 y Premio Cervantes en 2023, el más alto galardón al que puede optar un escritor en lengua española, y en 2020 obtuvo el Premio Nacional de las Letras Españolas, que se otorga en reconocimiento al conjunto de la obra literaria de un escritor español en cualquiera de las lenguas nacionales.
Es el único autor en lengua castellana que ha obtenido en dos ocasiones tanto el Premio Nacional de Narrativa como el Premio de la Crítica, por sus novelas La fuente de la edad (1986) y La ruina del cielo (1999), y en 2015 fue galardonado con el Premio de Literatura de la Comunidad de Madrid.
Díez ha estado estrechamente vinculado a Madrid desde su juventud hasta hoy, ya que en 1961 inició la carrera de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, que acabaría en Oviedo, y en 1969 ingresó por oposición en el Cuerpo de Técnicos de la Administración General del Ayuntamiento de Madrid, donde fue jefe del Servicio de Documentación Jurídica del Ayuntamiento hasta su jubilación.
En el terreno literario, su arraigo a Madrid se demuestra en el libro "Balcón de piedra: visiones de la Plaza Mayor", de 2001, en homenaje a la Plaza Mayor, "una de las mejores experiencias" de su vida, según sus propias palabras.