Sesenta y ocho niños ucranianos desplazados por la guerra han sido escolarizados desde que comenzó el conflicto, la mitad de ellos en cursos de primaria, en centros de la Comunidad de Madrid, que ofrecerá 77.000 plazas educativas para niños que escapan de la guerra.
Así lo ha explicado a la prensa este sábado el consejero madrileño de Educación, Enrique Ossorio, en el Instituto de enseñanza secundaria (IES) Cervantes, donde ha explicado que los estudiantes han sido repartidos en este y otros 26 centros educativos de 13 municipios de la región.
El consejero ha informado de que la Comunidad prevé la apertura de 77.000 plazas educativas para niños que escapan de la guerra, en un dispositivo que incluirá aulas de enlace, equipos de traducción e interpretación y la disposición de “todas” las becas de la Comunidad.
Ossorio ha informado de que los niños ucranianos que estudian en los colegios de Madrid aprenden “historia, geografía, lengua y literatura”, y que al término de sus estudios los cursos obtenidos en España permiten convalidar las titulaciones homónimas en Ucrania.
De esta escolarización en el IES Cervantes se benefician ya familias como la de Olga, una ucraniana que llegó a Madrid hace dos días desde Kiev, tras una odisea de cinco días seguidos cogiendo trenes y autobuses con sus dos hijos, de 6 y 16 años, cuyos “ataques de pánico” por el ruido de las sirenas fueron el desencadenante de su marcha del país.
Olga vive estas semanas “con mucho miedo y preocupación” por sus familiares y amigos, una situación “muy difícil” porque -dice- “dejas todo lo que tenías: tu casa, tu trabajo y tus familiares”. En su caso, se queda con su marido, que vive y trabaja desde hace años en España.
Esa dureza la comparte Yevgenia, otra madre ucraniana que llegó hace una semana a Madrid con su perro, tras cuatro días de viaje en tren desde Kiev hasta Madrid. “Tienes tu vida hecha, una vida soñada: yo tenía un estudio de danza. De repente, un día te lo quitan, es algo horrible y muy duro”, cuenta sin poder contener la emoción.
Por “casualidad”, el hijo de Yevgenia y su abuela se encontraban en España una semana antes del estallido de la guerra, por lo que se ha reunido con ellos en Madrid. Está “muy agradecida” a los españoles, que le han dado “juguetes, ropa y comida”, y también al IES Cervantes, porque le ha dado la “oportunidad” de escolarizar “gratis” a su hijo.
La gratitud de Yevgenia la comparte Yury Chopyk, presidente de la Asociación de Ucranianos en España, quien reconoce al pueblo español la “bondad, caridad y gran apoyo” que han mostrado durante estas semanas, así como al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, por la apertura de centros de refugiados y el centro de emergencia ubicado en el Hospital Isabel Zendal.