Metro de Madrid ha concluido la construcción de la réplica del templete de la estación de Gran Vía con la colocación de los cristales y la marquesina que los soporta.
Esta actuación supone el fin del montaje de este "emblema de la ciudad" diseñado originalmente por el arquitecto Antonio Palacios y cuyas obras de reconstrucción forman parte del proyecto de ampliación y modernización de la estación que reabrirá el 16 de julio, según ha indicado el suburbano en un comunicado.
Tres operarios se encargan desde este martes de esta delicada instalación, que cuenta con 24 piezas centrales de vidrio laminado y templado y otras 56 piezas que forman la visera de vidrio laminado.
Un total de 80 unidades, cuyas medidas oscilan desde los 94 por 40 centímetros del más pequeño a los 350 por 98 centímetros del más grande. El peso total de los vidrios es de 3 toneladas y el de la estructura metálica es de 6.
Ubicado entre la calle Montera y Gran Vía, su estructura original se reproduce de la manera "más fiel posible" con la con la idea de recuperar su valor simbólico. Para ello, se ha realizado una labor de investigación histórica para analizar las diferentes fases por las que pasó el templete original desde su construcción.
Hace dos semanas fueron dos leones de granito, de dos toneladas cada uno y 1,60 metros de alto, los que se situaron en lo alto de la marquesina para coronar la estación de Gran Vía tal cual se hizo cuando se construyó en 1920.
La reproducción ha recuperado las "espectaculares proporciones" de la gran marquesina del proyecto original. Construida con vidrio y acero, será completamente traslúcida permitiendo la entrada de iluminación a través del hueco del ascensor.