El Monte de Boadilla, una zona que debido a las malas prácticas del pasado se encontraba esquilmada de animales hace menos de 10 años, ha logrado a día de hoy recuperar su fauna silvestre y alberga la presencia de doce parejas de aves rapaces, lo que la convierte en uno de los puntos con mayor densidad de rapaces de la región.
Precisamente, el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Borja Sarasola, ha visitado este domingo este espacio natural, donde acompañado por el alcalde de Boadilla, Antonio González Terol, han liberado un cárabo, un azor y dos autillos recuperados en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS "Madrid- Viñuelas") de la Comunidad de Madrid tras ser encontrados con múltiple traumatismos y lesiones.
El consejero ha explicado que "la suelta de estas rapaces tiene como objetivo impulsar la implantación definitiva del grupo de los depredadores en este monte y así restablecer el equilibrio ecológico". "Se trata de una actuación más para culminar el trabajo realizado por el Ejecutivo regional durante los últimos 14 años, que ha conseguido convertir este monte en uno de los de mayor valor de nuestra región", ha dicho.
El Monte de Boadilla tiene una superficie de aproximadamente 1.000 hectáreas y es de titularidad pública (Comunidad de Madrid y Ayuntamiento de Boadilla del Monte). Está situado en las proximidades del Parque Regional del Curso Medio del Guadarrama y su entorno. La calidad de las masas de encinar de que dispone ha hecho que esta superficie forestal sea merecedora de estar sujeta a un régimen especial por lo que recibió la figura de Monte Preservado.
En 1998, parte del Monte de Boadilla fue incorporado al Catálogo de Montes de Utilidad Pública de la Comunidad de Madrid debido a su "interés general" al desempeñar funciones de carácter protector, social y ambiental.
En 1999 la Comunidad de Madrid decidió intervenir en la gestión de dicho monte, una isla forestal de gran valor y con una gran vocación como zona de uso recreativo, gracias a su buena accesibilidad y proximidad a los núcleos urbanos de Boadilla del Monte, Majadahonda o Pozuelo. Desde entonces, el Gobierno regional ha invertido más de un millón de euros en labores de mejora y recuperación.
TRABAJOS EN EL MONTE
Los trabajos desarrollados han incluido la redacción y aprobación de un Proyecto de Ordenación del Monte de Boadilla o la regeneración del suelo para prevenir la erosión. Para ello, los técnicos han realizado trabajos en arroyos y plantaciones en zonas expuestas. La protección de la flora y la preservación del paisaje se ha centrado en los tratamientos selvícolas y la lucha contra las plagas.
Además se han desarrollado labores para la prevención y lucha contra incendios mediante la creación y mantenimiento de áreas cortafuegos y fajas de seguridad, mediante desbroces de vegetación y el empleo de ganado ovino como herramienta tradicional de prevención de incendios (esta práctica lleva desarrollándose dos años para el repaso de las fajas cortafuegos).
De igual modo, se procedió a la apertura y acondicionamiento de caminos, la creación de accesos y la mejora y mantenimiento de instalaciones recreativas (hay dos en el Monte de Utilidad Pública). También se intensificó el control y vigilancia contra el furtivismo desarrollado en este monte y el control de predadores.
Para favorecer la instalación de fauna en un primer momento se estableció la base de la pirámide alimentaria mediante la mejora de la vegetación existente, podas para favorecer la producción de fruto, eliminación de ramas secas y la creación de mosaicos de vegetación donde se combinan las zonas de encinar puro alternadas con espacios de pastos abiertos.
Después se comenzó en el año 2007 con la reintroducción y consolidación de la población del conejo de monte (consumidores primarios), base alimenticia de la mayor parte de las rapaces(consumidores secundarios y terciarios).
CERCAS DE ACLIMATACION
Para ello, se procedió a construcción de cercas de aclimatación. En una primera fase se introdujeron núcleos de 60 conejos para que sirvieran de base reproductora en un entorno natural, localizado, controlado, sin predadores, dotado de alimento y agua, y con zonas de refugio y aptas para la reproducción (se construyeron 20 majanos), de forma que se consolidase la población inicial y se adaptase a su nuevo hábitat.
Más tarde se procedió a la expansión y colonización de las áreas circundantes, de modo que la población de conejo se fuese expandiendo de manera gradual.
Para facilitar la colonización se construyeron nuevos majanos en las zonas próximas a la cerca para que dispusiesen de zonas aptas de refugio y reproducción. Además se realizaron 4 zonas de siembra de leguminosas y cereal como zonas de alimentación próximas a los majanos. Por último, durante este año 2013, se dirigió la colonización de la ladera del Barranco del Romeral, mediante la construcción de 8 majanos.
El interés por la colonización de esta zona radica en que la orientación de solana y la disponibilidad de agua permitan al núcleo ser autosuficiente sin necesidad de asistencia. Sarasola ha valorado los resultados obtenidos hasta el momento como "absolutamente satisfactorios, puesto que se han cuadruplicado el número de ejemplares introducidos y se ha constituido un núcleo estable de conejo en una zona donde éste era prácticamente inexistente en el año 2006".