La llegada del cónsul de Senegal, Mouctar Belal BA, y otros representantes de la delegación de este país en Madrid a la plaza Nelson Mandela, en Lavapiés, ha provocado esta mañana nuevos graves altercados entre compatriotas que han recriminado a los diplomáticos que no salieran ayer en su defensa pese a habérselo solicitado tras el fallecimiento de un supuesto mantero de un infarto.
Pasadas las 12.30 horas, el cónsul ha llegado a la plaza para interesarse sobre la situación de estos ciudadanos, vecinos de la zona, que llevaban concentrados desde las 9 horas en la zona en protesta por la muerte de este ciudadano senegalés cuyas circunstancias se están investigando. La presencia de la delegación diplomática no ha sido bien recibida por sus compatriotas, que han censurado la tardanza en presentarse en el barrio, primero con gritos y reproches y posteriormente, con empujones violentos, lo que han provocado escenas de tensión, que han llegado a tal punto que el cónsul ha tenido que refugiarse en un establecimiento cercano ante el riesgo de agredido.
Otro de los momentos con más tensión se ha producido cuando un vehículo con matrícula diplomática ha acudido a la zona, que ha recibido golpes por parte de algunos integrantes del grupo de senegales que estaba concentrado.
Agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional que se encuentran en la zona para tratar de rebajar la tensión han pedido a los ciudadanos que abandonen el sitio y se calmen. No ha sido posible y han sido increpados con gritos de "fuera, fuera" y gestos de que se marcharan.
Uno de los ciudadanos senegaleses ha explicado a los medios de comunicación presentes que no quieren "recibir" a los representantes del consulado porque aseguran que ayer les llamaron y no les "hicieron caso". "No vinieron a defendernos y están para eso", ha añadido.
Mouctar Belal, cónsul de Senegal en Madrid, ha tenido que refugiarse en un bar de su país en la zona, donde ha sido rescatado por la Policía y cuyos agentes han disparado pelotas de goma para dispersar a los congregados.
Previamente, algunos de los alrededor de 150 congregados han tirado objetos a las personas que iban con el cónsul y a los periodistas, mientras otros pedían calma a los más exaltados.
Cinco furgonetas de la Unidad de Intervención Policial (UIP) o antidisturbios se han desplegado en la zona y han despejado la entrada al bar y buena parte de la plaza.
Varios congregados han comenzado a lanzar sillas contra los agentes, así como adoquines, y entonces los agentes han disparado pelotas de goma, según ha constatado Efe.
Finalmente los agentes han ayudado al cónsul a salir del bar y meterse en su coche oficial, entre gritos de "asesino", tras lo que han abandonado la plaza.
Agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) han empezado a cargar en la plaza de Nelson Mandela tras formar un cordón y rescatar al consul.
Desde las nueve de la mañana se han concentrado en esta plaza varios compañeros de Mmame Mbage, a escasos metros de donde el hombre, de 35 años y nacionalidad senegalesa, murió ayer en plena calle.
Sus compatriotas sostienen que Mbage murió mientras era perseguido por la Policía y denuncian la "violencia policial" que sufre el colectivo.
UN CÁMARA DE TELEVISIÓN AGREDIDO
La tensión entre vecinos a raíz de las diferentes versiones sobre la muerte del ciudadano senegalés en madrileño barrio de Lavapiés han derivado a las 14.30 horas en una agresión a un cámara de televisión que estaba haciendo una cobertura informativa sobre los incidentes.
El incidente ha comenzado cuando se estaba entrevistado a dos personas mayores, que afirmaban ser vecinos de la zona, y que estaban relatando que el mantero fue atendido por un policía municipal que intentó reanimarle cuando entró en parada. Mientras realizaban este testimonio, otras personas han entrado en escena afeando que ese no era el relato y dando por buena la versión de que lo ocurrido fue debido a una persecución policial, como ayer señalaban los compañeros del fallecido y que contradice las explicaciones que han dado desde el Ayuntamiento de Madrid.
Eso ha derivado en un intercambio de impresiones en el que los intervinientes defendían que habían visto lo ocurrido. En un momento dado se han producido gritos de "fascitas" y un hombre ha increpado al cámara de televisión con una primera agresión, a la que el operador técnico ha respondido.
En este instante, se ha producido un tumulto entre varias personas y recriminaciones por lo ocurrido entre los presentes. Ante la tensión que se estaba generando, varios vecinos han accedido a un portal por miedo a ser agredidos mientras dos ciudadanos senegaleses estaban golpeando la puerta.
Finalmente, el episodio ha acabado con diversas personas que han coreado la consigna "Ningún ciudadano es ilegal".